XXV. Grandes conmemoraciones taurinas novohispanas: La recepción del Virrey del Duque de Escalon

por | 7 Jul 2016 | Ensayos

Nicolás Rangel apunta que la métrica de la obra aquí reseñada estaba escrita en octavas reales[1] cosa que es incorrecta. Por su parte Josefina Muriel dice que se trata de apareados u ovillejos.[2] Es la propia autora quien declara haberla escrito en “silva libre”.

José Mariano Beristain de Souza, aunque cita, no anota en donde ni en qué circunstancia declara haber visto la edición de 1641 de la Descripción en octavas reales de las fiestas de toros, cañas y alcancías, con que obsequió México a su Virrey el Marqués de Villena. El ayuntamiento de la ciudad publicó el trabajo, “dando de gala a la autora 500 pesos”.[3]

 

Debo mi agradecimiento al Maestro Dalmacio Rodríguez Hernández, actual Coordinador de la Hemeroteca Nacional de México haberme facilitado una copia de este valioso documento.

La recepción del duque de Escalona y Marqués de Villena fue excepcional. Los gastos ascendieron a $40,000, incluyendo “comedias, mitotes, saraos, máscara, castillo, arco triunfal y ocho toros…”

Sigue diciendo nuestra autora

…Júzguele tan airoso
y de tan lindo gusto en lo aliñoso,
haciendo con desgarro
desprecio general de lo bizarro
que alguno habrá pensado
que aquel descuido todo fue cuidado… [4]

Vaga reminiscencia, quizá, de Góngora en su soneto: Sea bien matizada la librea, donde un Caballero prevenido para unas fiestas / se prepara a entrar cuidadosamente descuidado.

Tal parece que la dicha recepción obligó a los más notables autores de aquella época o a los de escasa calidad literaria a retratar en descripciones o arcos triunfales el desarrollo de las suntuosas fiestas de recepción de quien fue el décimo séptimo virrey de la Nueva España. Entre la gran cantidad de trabajos está la Comedia de San Francisco de Borja de Matías de Bocanegra (1612-1668), donde encontramos señales de aquella gran ostentación, gasto y lujo que se desarrollaron en las mencionadas fiestas.

Comedia de San Francisco de Borja (1640)[5]

Entre tan justas, pues, aclamaciones,
entre aplausos, que calle mi Talía,
por no hacer escarmientos sus borrones,
sacrifica, señor, la Compañía,
juntando en uno muchos corazones,
ofrenda sacra en aras de alegría
a Vueceselencia. Allí la musa explica
lo que ofrece, y a quién lo sacrifica.

Matías de Bocanegra nació en la Puebla de los Ángeles, y fue uno de los jesuitas de la provincia de México de más vivo ingenio, y de más instrucción en las letras humanas y en las ciencias sagradas, muy estimado de los virreyes y obispos de la Nueva España, según apunta Beristain de Souza.

Si el toro belicoso

Si el toro belicoso
ensangrienta sus puntas en el coso
para lograr las eras,
le pone el labrador en sus manseras
(. . . . . . . . . .)
Si le detienen (al caballo), vuela,
reacio pára, si le dan espuela,
y en fin es más difícil gobernallo
que al ave, al pez, al toro y al caballo.
…no hay quien pretenda ser rey de animales;
y regirlos se tiene en más decoro,
que no al caballo, al ave, al pez y al toro.[6]

El diálogo anterior se realiza imaginariamente entre el Emperador Carlos V que sale de casa con su acompañamiento.

Borja (. . . . . . . . . .)

Y estando solemnizando
la presencia de su dueño
con fiestas y regocijos,
donde a máscara y torneos
dieron teatro los días.
 (. . . . . . . . . .)

Acto segundo, interviene Rocafort, bandolero
Ni es esto sólo en los brazos
que una vez que con orgullo
quiso un soberbio alazán
hacerme a mí de su curso
faetón estrellado a un risco,
tal le apreté entre los muslos,
que le reventé la vida
pareciendo en aquel punto
que llegó al despeñadero,
atrevido y disoluto,
sólo a despeñar el alma,
porque el cuerpo quedó surto
en el brocal de la peña;
yo tan en mí, que no dudo
decir que ni aun me turbé
y me importó, pues no hubo
sucedido aqueste lance
cuando la ocasión me puso
en otro más apretado:
Salióme un toro sañudo
al encuentro, alto de cuerpo,
bajo de hombros, confuso
el lomo de negro y pardo,
el pecho de pardo y rubio,
corto cuello, ancho de testa,
frente rizada, ojos turbios,
cerviz gruesa, hosca la barba,
de la luna tan agudos
los dos buidos estoques
que eran sus puntas dos puntos.

Paróse soberbio y bravo;
paréme serio; desnudo
la espada; con él me afirmo;
conmigo se encara el bruto;
peina con el callo el puesto;
de polvo levanta nublos;
da un bramido, parte ciego,
tan ligero, que discurro
que formó nubes de polvo
por salir de sus disturbios;
como el rayo cuando rompe
la nube con trueno y humo,
acometió, y al bajar
la testa, con tiento y pulso
le embebí por la cerviz
el estoque hasta el puño,
cosiéndole con el pecho
la barba, y pasando en uno
cerviz, pecho, piel, garganta,
tan presto, que con el zuño
iba a bramar, y el bramido
yo tan veloz le interrumpo,
que abriendo en la dura caña
fiera cicatriz, le cupo
a la herida rematar
el bramido, que no pudo
más que empezar con la boca,
y de esta suerte concluyo
de aquel ruidoso cometa
las presunciones y orgullos,
perdonad si os he cansado,
y vamos a ver si algunos
robos ha hecho mi gente.[7]

La comedia es del tipo hagiográfico[8] que representaron los alumnos del Colegio de San Pedro y San Pablo, en ocasión de la visita del referido Virrey Marqués de Villena al plantel de la Compañía. Sabido, además, que San Francisco de Borja (1510-1572), tercer general de la orden ignaciana, fue, antes de abrazar el estado religioso, Duque de Gandía, grande de España y Virrey de Cataluña.

En su parte última, se resume y dedica el festejo:

Compañía

A un duque le dedico
de un duque los extraños
prodigios, que en España
viven tan admirados.

Con un grande he querido,
hoy, grande, celebraros,
y que un virrey a otro
ofrezca mis aplausos…[9]

Cumplimentar al Virrey es, pues, el propósito inmediato de la Comedia. Y evocar los nobles desengaños de Borja, ante la inexorable visita de la muerte, su tema central. Es el mismo tema, por tanto, el que ocasiona las meditaciones del religioso en la Canción a la vista de un desengaño, que veremos en tanto Bocanegra nos obsequia con el final de la

Comedia…:

Y viniendo a lo adquirido,
con ser tanto lo heredado,
no ha de estar loco este reino
de regocijo, gozando
un virrey tan apacible,
tan tratable, tan humano,
tan advertido, tan cuerdo,
tan erudito, tan sabio,
tan sosegado en la paz,
en la milicia tan bravo,
tan gentilhombre de a pie
tan buen jinete a caballo

 (. . . . . . . . . .)[10]

La recepción del Virrey Duque de Escalona se convirtió, en su momento, en una de las de mayor atención por parte de diversos autores que se encargaron de escribir buen número de descripciones donde la calidad tiene varios niveles. Esto lo corrobora Manuel Romero de Terreros.[11] Pero es hora de regresar a las “Tres cartas”, recreadas por Artemio de Valle-Arizpe.

En buena medida, nuestro autor, se soporta de esta otra obra, la de Cristóbal Gutiérrez de Medina relativa al viaje y diversas recepciones que se hicieron con motivo de la llegada del XVII virrey de la Nueva España. En lo relativo al tema taurino que aquí interesa, cita que, todavía estando en territorio español

Hubo torneos y hubo fiestas de toros, y en una de ellas el Duque alanceó una res con bizarra destreza y lo llenaron las damas de bandas, de cintas, de favores que se quitaban de sus trajes para ofrecerlos entre sonrisas.[12]

Aparece una riquísima descripción de los sitios que fue recorriendo para llegar finalmente al Puerto de Santa María, de donde embarcaron el 8 de abril de 1640.

El 20 de abril
En que hizo conjunción la luna, salimos al mar. El viaje duró casi tres meses. Durante la travesía tuvimos muchas diversiones para entretener a su Excelencia –nos cuenta Salvador Segura-. Casi no había día sin una hermosa fiesta. Hicimos tres graciosas mascaradas a lo ridículo, representamos ocho comedias de las que se daban en los corrales de Madrid, y a menudo teníamos danzas, toros de manta y caballeros con rejones a lo burlesco.[13]

Sobre la propia “Relación” escrita por María de Estrada Medinilla, y dada su extensión, he considerado remitirla a los ANEXOS de esta obra.

___________________

 [1] Nicolás Rangel: Historia del toreo en México. Época colonial (1529-1821). México, Imp. Manuel León Sánchez, 1924. 374 p. Ils., facs., fots., p. 75.

 [2] Muriel: Cultura femenina…, op. Cit., p. 135.

[3] Ibidem., p. 141. Cfr. Beristain de Souza, Biblioteca hispano…, op. Cit., T. I., p. 428.

[4] Méndez Plancarte: Poetas…, (1621-1721) Parte primera, op. Cit., p. 44.

[5] José Rojas Garcidueñas y José Juan Arrom: Tres piezas teatrales del virreinato. Tragedia del triunfo de los Santos, Coloquio de los cuatro Reyes de Tlaxcala y Comedia de San Francisco de Borja. Edición y prólogos de (…). México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1976. VIII-379 p. (Estudios de literatura, 3)., p. 242.

[6] Op. Cit., p. 248 y 250.

[7] Ibidem., p. 298-299.

[8] Hagiográfico: perteneciente a la hagiografía. Hagiografía: Historia de las vidas de los santos.

[9] Ibid., p. 376.

[10] Ib.

[11] Cristóbal Gutiérrez de Medina: Viaje del virrey Marqués de Villena. Introducción y notas de don Manuel Romero de Terreros, C. de las Reales Academias Española, de la Historia, y de Bellas Artes de San Fernando. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Historia, Imprenta Universitaria, 1947. XI – 88 p. Ils., fots., facs., p. VII y VIII.

[12] Valle-Arizpe: Virreyes y virreinas de la Nueva España…, op. cit., p. 75-76.

[13] Ibidem., p. 78-79.

Los escritos del historiador José Francisco Coello Ugalde pueden consultarse a través de su blogs “Aportaciones histórico taurinas mexicana”, en la dirección:
http://ahtm.wordpress.com/

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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