Victorino Martín ya está en la historia del toreo. El legendario criador de reses bravas ha fallecido a las tres de la tarde de este martes 3 de octubre en su dehesa cacereña de Monteviejo, a la edad de 88 años. El ganadero había sufrido un infarto cerebral el pasado domingo que no tenía vuelta atrás; de hecho, la familia, de acuerdo con los médicos, decidió mantenerlo en su propia casa en espera del final irremediable.
La propia familia ha informado de la triste noticia a través de un comunicado en el que precisan que el ganadero ha fallecido en la finca Monteviejo, a las tres de la tarde, y “rodeado de sus seres queridos”. El comunicado difundido por la familia dice así:
La familia Martín comunica con gran tristeza que ha fallecido Victorino Martín Andrés hoy a las 15:00 h en su finca “Monteviejo” rodeado de sus seres queridos, después de llevar varios días luchando por su vida tras sufrir un accidente cerebrovascular.
La última aparición pública del ganadero madrileño se había producido hace poco más de tres semanas. Victorino recogió el Premio Nacional de Cultura –en la modalidad de Tauromaquia– de manos del rey Felipe VI en un acto solemne celebrado en la catedral de Cuenca. Era el mejor colofón a una vida plagada de éxitos. A pesar de todo, el deterioro de su salud ya era evidente.
Victorino Martín, nacido en 1919, pasará a los anales del toreo como el forjador de una vacada de personalidad singular que rescató del matadero. Su definitiva historia ganadera comienza, a partir de 1960, con la compra de los distintos lotes en que se había dividido la ganadería de Escudero Calvo que procedía, en absoluta pureza, de la que había pertenecido al marqués de Albaserrada, del que mantuvo el inconfundible hierro de la ‘A’ coronada.
El criador de la serranía madrileña consiguió convertir aquellas reses de desecho en una ganadería de referencia que ha superado el medio siglo en manos del apellido Martín. Es el único ganadero que cuenta con dos toros indultados en los ruedos de Madrid y Sevilla: ‘Belador’, inmortalizado por Ortega Cano en la plaza de Las Ventas en 1982; y ‘Cobradiezmos’, que encontró el perdón de su vida en la muleta de Manuel Escribano en el coso de la Maestranza en la Feria de Abril de 2016.
La muerte de Victorino Martín ha causado un hondo pesar en el planeta taurino.
0 comentarios