Vibrante mano a mano entre «Hebreo» y Sebastián Castella

por | 27 May 2017 | Temporada 2017

MADRID. Decimoquinta del abono de San Isidro. Lleno de “No hay billetes”: 23.798 espectadores. Cinco toros de Jandilla (Borja Domecq) y un sobrero de Salvador Domecq (4º bis); los titulares bien presentados y ofensivos por delante, manejables pero de juego dispar, salvo el segundo que fue extraordinario; el sobrero, complicado. El 2º de la tarde, de nombre “Hebreo” –en el programa de mano "Hebrea"–, negro de capa, herrado con el número 94 y de 552 kilos, fue premiado con la vuelta al ruedo. Francisco Rivera Ordoñez “Paquirri” (de azul cobalto y oro), silencio y silencio. Sebastián Castella (de celeste y y oro), una oreja tras un aviso y gran ovación tras dos avisos. López Simón (de marino y oro), silencio y silencio.

INCIDENCIAS:  En el festejo de este día se despidió de la afición de Madrid el diestro Rivera Ordoñez “Paquirri”. Tarde de mucho calor y un bochorno agobiante.

Un gran toro requiere un torero que se mueva en su misma sintonía. Esto es casi una perogrullada de tan sabido como está, antes y después de que Juan Belmonte pronunciara su frase lapidaria sobre los riesgos del toro bravo. Borja Domecq trajo para ventura de la afición de Madrid a “Hebreo”. Un dije como estampa, un modelo de bravura y de entrega. Un toro, en fin, de justa vuelta al ruedo. Pero dentro de esas venturas, “Hebreo” tuvo delante a un torero que lo entendió y hasta se preocupó de enseñarlo: Sebastián Castella en un día de sintonía alta. Una conjunción bien lograda.

En este San Isidro habrá que visionar muchos videos para decidir cuál es el toro más bravo. Por ahora lleva la delantera este “Hebreo” jandillense, pero no hay que olvidarse del “Barberillo” alcurrucense que encumbró a Ginés Marín. ¿Y por qué no? Ese otro jandilla llamado “Imperial” que le tocó a un López Simón en horas de nebulosas. Y los que vendrán (esperemos) detrás.

El conjunto de la corrida de Jandilla ha tenido importancia, todos cinqueños, salvo el que hizo de 6º, con presentación adecuada y ofensiva, la mayoría llevaban dentro nobleza. En lo que divergieron fue en la forma de expresarla. Y así, 1º y 4º no tuvieron todo el empuje necesario; tuvo bollantía el que salió como 3º, aunque la tibia actuación del torero de Barajas no le permitiera enseñar todas sus virtudes. Rompió la racha el que cerró la tarde, repleto de complicaciones. Del sobrero de Salvador Domecq baste decir que carecíó de todo atisbo de entrega y regaló muchas asperezas.

Castella, muy entregado siempre, nos enseñó las virtudes de “Hebreo” sobre la base de un toreo de mano baja y trazo largo, siempre muy en su sitio el torero. Unas series de naturales fueron gloriosos. Muy de agradecer que le diera su sitio y sus distancias al toro, porque eso nos permitió disfrutar de ese rítmico y armonioso galope con el que se desplazaba. Todo un espectáculo. Luego, cuando tenía el triunfo en la mano, la media estocada algo trasera no surtió efectos rápidos, enfriando los ánimos, y todo quedó en una oreja. Pero hay que reconocer que, en su segundo turno, estuvo hecho un torerazo con el bronco sobrero; sin cejar en su empeño, se puso una y otra vez de verdad, sin cameleos, tirando la moneda al aire. No podía ser faena de pulcritudes, pero lo fue de muchos redaños, de mucha torería, de mucha emoción. Como diría un castizo, con esta sintonía tiene que venir a Madrid quien se cree figura, con el toro bueno y con el malo.

Lo de López Simón parece ya un pozo sin fondo. Con un toreo mecánico e insípido, como sin ideas el torero, en la imposibilidad de tomar la iniciativa. Pero es que toreando  en línea, dirigiendo las embestidas hacia las afueras y sin ajuste alguno no se puede emocionar, como el propio López Simón tiene experimentado de los días en los que todo lo veía claro. Se dejó ir incomprensiblemente a “Imperial”, el otro gran toro de Jandilla. Y con él, en mes y medio ya van tres, que en Sevilla se le escapó entre vulgaridades otro gran toro, en este caso de Juan Pedro; pero tampoco no supo ver a otro que brindaba el triunfo, con el hierro de El Pilar. Mucho tendrá que enderezarse el rumbo de su temporada si no quiere perder comba el de Barajas, que en este oficio el que se duerme…

Resulta comprensible que quien lleva más de 20 años en los ruedos, no los quiera dejar definitivamente sin pisar el de Las Ventas. Pero con anunicarse no basta. A Paquirri en Madrid le ha faltado ese plus de esfuerzo y, sobre todo, de ánimo que se le vio la tarde de su despedida de Sevilla. Por eso fue una un adiós un poco triste, sin una sola palma de consuelo, sin ninguna historia que contar de este postrer paso por Las Ventas. No pasó de ser un hola y adios.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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