Ni con esos originales rodillo de esponja el agua se podía achicar. Desde que poco después de las 5 de la tarde el cielo dijo lo de “agua va”, ya se hizo imposible enderezar la situación. De poco sirvió la media hora de receso que decreto la autoridad: de nuevo empezó otra vez la lluvia incluso fuerte.
Mientras los empleados de la Plaza se esforzaban por ir reconduciendo los charcos hasta los puntos de desagüe, pero casi no habían llegado hasta ellos y den nuevo se habían formado,
Mientras en el patio de caballos los toreros hablaban con la Casa de Misericordia y con la autoridad. Al principio había un cierto optimismo, pero conforme la tarde se metía en gua ya cambió la situación: en las condiciones en las que había quedado el ruedo era una barbaridad dar el festejo. Hasta que finalmente sobre las 19:10 se oficializó la suspensión.
La Agencia Estatal de Meteorología, que para este martes daba ya un 100% de probabilidades de lluvia, para este miércoles baja esa posibilidad a un 65%, aunque con más riesgo de lluvia durante la mañana.
Para esta segunda del abono sanferminero se había anunciado la lidia de toros de Cebada Gago, por Manuel Escribano, Rubén Pinar y Juan del Álamo,
El encierro: En un encierro rápido –los 850 metros del recorrido se cubrieron en 2 minutos y 23 segundos–, los toros de Cebada se mantuvieron compactos, hasta el último tramo, que se fraccionó la manada. Un mozo resultó con un puntazo en la espalda, que no necesitó de hospitalización y otros cuatro con distinto tipo de contusiones.
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