SEVILLA. Ultima de feria. Más de media plaza. Toros de Miura, excelentes de presentación, muy en miura, con tres toros con importancia y calidad: 3º, 5º y6º. Antonio Nazaré (de nazareno y oro), silencio tras aviso y ovación. Pepe Moral (de grana y oro), una oreja y una oreja con dos vueltas al ruedo. Esaú Fernández (de verde botella y oro), ovación y palmas.
Cuando se cumplen los 175 años de la creación de esta Casa, las reses que se crían en “Zahariche” se han querido unir a las celebraciones, ofreciendo una muy notable tarde de toros.. Los hermanos Miura habían seleccionado seis toros muy hechos: altos, largos, con su “gaita”; los tres últimos, además, cinqueños.
Con sus pros y sus contras, todos lucieron las raíces de su encaste. De calidad indiscutible, el que hizo 5º, con un pitón izquierdo que valía su peso en oro. Exigente por temperamento pero tomando bien los engaños, el que cerró la tarde y la feria. Un buen primer tercio ofreció el 4º, alegre y empujando bien ante el caballo de Manuel Jesús Ruiz Román; luego de un caótico segundo tercio, al final llegó con deficiencias. La duda: ¿sin el caos de las banderillas habría sido diferente? Aunque no humillara, encerraba interés el 2º. Al 50% entre temperamento y recorrido toreable, el que hizo 6º. Y sin el empuje mínimo el que abría la tarde, blandísimo desde su salida. El 3º quedó medio inédito: después de haber apuntado buenas cosas, se lesionó una mano y hubo que abreviar.
Pepe Moral, que ya tiene acreditado un buen corte de torero, supo aprovechar el mejor lote. Su punto culminante, los naturales al 5º, profundos, templados…., todo un lujo. Pero toda la tarde sacó a relucir mucha decisión. Bien en el manejo del capote, su primero rompió en cuanto Moral se cruzó con él; a partir de ahí la faena cogió vuelos, hasta culminar con su primera oreja. Se creció ante su segundo, añadiendo variedad al torear con el capote, para después centrarse con la muleta inicialmente sobre la mano derecha, hasta que descubrió que el pitón de oro era el izquierdo y a partir todo fue coser y cantar. Fueron sus momentos de mayor gloria, dejando claro que tiene una magnífica concepción del toreo al natural. Dejó una estocada caída. Y por amplia mayoría recibió una oreja.
El resto, con la cansina polémica del conteo de pañuelos y de artículos reglamentarios, no nos engañemos: constituyen una cuestión de orden menor, que en esta ocasión, además, trabajó a favor de la Presidenta, que se negó acertadamente a conceder la segunda oreja. Perderse en ese sobredimensionado lío a nada conduce; a la postre no hace sino restar valor a la importancia de la actuación de Pepe Moral.
Poco cabía pedir a Antonio Nazaré con el claudicante toro que lidió como 1º; en circunstancias normales, la lógica lleva a pensar que el palco debió sacar el pañuelo verde. Como se le mantuvo en el ruedo, sólo restaba acabar con el capítulo. Se mostró firme el torero de Dos Hermanas en el tercio final del 4º, ya muy descompuesto con el mitin de los garapullos, pero ya era tarde: el de Zahariche había echado el freno, pero pese a todo Nazaré se fajó con él.
Esaú Fernández se llevó una soberana paliza al recibir en la puerta de toriles al 3º; un gran revolcón, con mucha violencia por parte de “Alcarabán”. Se repuso y volvió a la cara el miura; pero la suerte esta vez le resultó esquiva: cuando había comenzado a enjaretar su faena de muleta, el animal se lesionó la mano derecha y no tuvo más opción que poner punto fina, con una escotada delanterilla. El camero hizo frente al temperamento, con una primera parte de faena bastante estimable, pese a que los ritmos de los dos protagonistas no siempre fueran al unísono; la faena perdió fuelle cuando el miureño se empezó a venirse abajo.
Otrosí 1:
¿Quién es Fernando Fernández-Figueroa?
Dijo el otro día Morante de la Puebla: “Es un mal aficionado y debe estar ahí porque está de municipal en la Junta de Andalucía”, refiriéndose a Fernando Fernández-Figueroa, tras no haberle concedido una oreja, de muy dudosa petición mayporitaria. Pues, no, no es un municipal en la Junta de Andalucía, aunque se empeñe en sus ocurrencias el torero.
Otrosí 1:
Nos quedamos sin conocer a “Barbarroja”.
Se ha pasado la feria yendo y viviendo de su corraleta al chiquero de sobrero; se sabrá el camino de memoria, de tanto hacerlo. Al final, volverá de nuevo al campo: tampoco en la tarde Miura no hubo necesidad de lidiarlo.
0 comentarios