Para el cierre de los encierros de 2016, los toros de Miura, que hoy cumplían 50 años de su debut en estas fiestas. Y como para celebrarlo, han ofrecido una carrera rápida y muy limpia hasta llegar a la plaza, a cuya entrada la caída de dos astados ha ocasionado peligro al provocar un montón que ha puesto en apuros a más de un mozo.
La nobleza de los animales, que prácticamente no han barrido los vayados, han hecho que el encierro concluya sin ningún herido por asta de toros, aunque una decenas de mozos han tenido que ser atendidos de diversas contusiones.
La manada de los miuras han hecho, como anteriores ocasiones, una carrera rápida y muy reunidos, con una duración de tan sólo 2:18 minutos. Pero sobre todo han dado ocasión a los mozos experimentados para realizar carreras muy bonita durante todo el recorrido.
Los toros, muy agrupados, ha salido de Santo Domingo encabezada por los cabestros. Pero ya en el primer tramo de la Cuesta de Santo Domingo
han cogido un ritmo bueno de velocidad ,que ya no ha dejado en los 850 metros del recorrido.
Muy compacta, también la manada ha atravesado veloz la calle Mercaderes, si bien un toro colorado ha tomado la delantera en curva de Estafeta, que ha atravesado sin mayores incidencias.
El recorrido por la calle Estafeta ha discurrido con tofos los toros corriendo por el centro de la calzada, sin mayores problemas para los corredores. Y así llegaron a la zona de Telefónica, donde se produjo la caída de un cabestro, obstáculo que los toros salvaron sin problemas.
Los momentos de mayor tensión, aunque muy pasajera, se produjeron en la entrada al propio ruedo, con un conato de “tapón”, que afortunadamente no pasó a mayores., para que la manad pasara directamente a los corales.
La corrida miureña será lidiada en el festejo de la tarde por Rafaelillo, Eduardo Dávila Miura –-que reaparece para esta ocasión– y Javier Castaño, que sustituye al herido Manuel Escribano.
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