Triunfo de Víctor Barrios, en un aburrido comienzo de la Feria de Otoño

por | 29 Sep 2011 | Temporada 2011

MADRID. Primera de la Feria de Otoño. Dos tercios de entrada, pero sin apreturas en los asientos. Novillos de Gabriel Rojas, justos de presencia y, en general, deslucidos. Francisco Montiel (de grosella y oro), silencio tras dos avisos y algunos pitos tras tres avisos. Alberto Durán (de champán y oro con cabos negros), silencio tras aviso y silencio. Víctor Barrio (de marino y oro), silencio y una oreja.
Durante la lidia del cuarto resultó corneado el banderillero Antonio Cama, siendo asistido en   la enfermería. Parte médico: "Herida en región perineal izquierdo de 20 centímetros que desgarra esfínteres externo e interno y recto. Reconstrucción esfinteriana del recto. Muy grave".

Casi en el descuento se salvó la novillada que abría la feria de otoño. Si ese ultimo novillo de la tarde, bien lidiado por Miguel Martín, no llega a romper en la muleta, aquello habría sido el desierto. Pero el “rojas” rompió y Víctor Barrio pudo construir una faena digna, de más a menos, como a menos fue el novillo. Por delante habían salido cinco hermanos suyos que no estaban dejando en muy buen lugar a su criador.

Enjuiciar la labor de un ganadero es siempre cosa muy delicada, porque salvo él y sus más allegados, todos los demás estamos en la inopia acerca de que cruces ha hecho, de cómo ha ligado cada semental, de la reata de las nuevas vacas que por lo visto tiene, etc. Sin esos entresijos todo es hablar por hablar. Y así, por ejemplo, no sabemos si trajo una novillada muy abierta en cuanto a procedencia, o por el contrario ésta estaba concentrada en un par sementales. Se trata de un dato básico para poder opinar. Desde luego, algunos estaban cortados por el patrón “núñez”, pero no todos. De entrada, lo único que se sabía es que para Gabriel Rojas ésta ha sido la única novillada con caballos que ha lidiado este año; las otras seis se lidiaron sin ellos. Y dicho allí, necesariamente llevaba a la prevención, porque mucho valor hay que echarle para que andando de pruebas se decida dar el paso a mayores en una plaza como Madrid. Y hasta el quinto, lo que veía en el ruedo no hacía más que acrecentar las dudas. Por fortuna, el sexto rompió a bueno y mejoró la impresión. Con todo, ahí quedan las dudas, que a buen seguro que el ganadero sabrá interpretar y matizar para bien de su hierro.

En otras cosas se podrá discutir su concepción del toreo, pero una cosa hay que reconocerle: Víctor Barrio no rehúye el ruedo venteño; la de este jueves era la cuarta novillada que toreaba en esta temporada. Y ha sido en su octavo novillo donde más ha convencido. Apostó fuerte y firme con la muleta en la mano y a partir de ahí desgranó tres series de muletazos hondos y largos.  El novillo protestaba algo por el otro pitón, y eso se notó en sus naturales posteriores. Luego el utrero se fue viniendo abajo y Barrios quizás no supo medir el metraje de su faena, porque le habría beneficiado  si se ahorra buena parte de su final. Un espadazo atracándose dio paso a la primera oreja que consigue en Madrid.  Con el tercero se mostró breve y desahogado, aunque sin acoplarse en ningún momento, para pasaportarlo sin problemas mayores.

El zamorano Alerto Durán volvía a Madrid a reconvertir en triunfo las buenas impresiones que se dejó en su debut. No pudo ser, ni con el segundo, ni con el quinto. Volvió a confirmar que tiene un buen concepto del toreo; sus lances de recibo a su primero tuvieron enjundia. Pero las pocas facilidades que daba su lote tampoco permitieron que la cosa pasara a mayores.

Aciaga la tarde del murciano Francisco Montiel. Con el acelerón propio de quien está en la primera plaza del mundo, no terminó de entenderse con el novillo que abrió plaza, que para colmo sacó a relucir casi desde el principio su escasa raza. Con el cuarto, que era aprovechable, sencillamente no se entendió, por más que tuviera el gesto de irse a la puerta de toriles a recibirlo. Después de no haber estado eficaz con la espada, su cruz de hoy, la que causó los cinco avisos, estuvo en el descabello, con el que necesita mucho entrenamiento. Y sin que eso le sirva de excusa –porque se equivocaría si pensara así–, hay que reconocer que, en especial, en la fase final de las faenas su cuadrilla no estuvo particularmente atinada en su trabajo; ayudar, lo que se dice ayudar, más bien poco.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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