Está en la raya para dejar la clase media y convertirse en un torero imprescindible. La vocación todoterreno de Manuel Escribano, su capacidad de crecer y resolver y el valor sostenido que mantiene el motor siempre engrasado le han convertido en uno de los matadores más regulares de 2015. Lejos de ser flor de un día, la resurrección taurina con la miurada de 2013 ha sabido ser sostenida en dos ferias consecutivas en las que evolucionó profesionalmente. En 2015 volvió a anunciarse en la plaza de la Real Maestranza asumiendo el doble trago de victorinos y miuras que resolvió con una oreja en cada tarde. Sigue en forma…
Antes de seguir es de obligada justicia consignar el nombre de Antonio Ferrera, que tuvo que salir abrupta y precipitadamente de la partida a raíz de una compleja factura. Antes había cuajado -por segundo año consecutivo- la mejor faena de la Feria de Sevilla demostrando estar en el mejor momento de su vida. Afronta 2016 con nuevo apoderado; se le desea lo mejor.
Pero este apartado de toreros renovados, la mayoría con algunos años de alternativa a las espaldas, se completa con otros nombres que, en uno u otro momento, lograron concitar la atención del aficionado. Es el caso del diestro castellano Morenito de Aranda, que golpeó fuerte y temprano sin lograr rentabilizar su salida a hombros de la plaza de Las Ventas en la goyesca del 2 de mayo. ¿Se lo creyó demasiado? Puede ser. Muy al contrario, el murciano Rafaelillo sale más que revalorizado de la temporada que se fue asumiendo su condición de héroe contemporáneo de los hierros duros.
Sin olvidar al mexicano Adame, el repaso podría continuar por otro torero que ya suma algún trienio. Es el también murciano Paco Ureña, reivindicado después de esa faena otoñal de Madrid que le permitió sentir el toreo más clásico. Se le espera.
De forma más sorda, el matador toledano Eugenio de Mora también merece figurar en esta lista después de recuperar algunos fueros perdidos, como los sevillanos Esaú Fernández o Miguel Ángel Delgado, agarrados a los clavos ardiendo de los dos últimos festejos celebrados en Sevilla en 2015.
Y sin salir del ámbito hispalense también se puede recordar la constante evolución de otro diestro joven -Javier Jiménez- que puede dar alegrías. Mucho más veterano, a vuelta de todo y buscando lo mejor de sí mismo, Finito de Córdoba firmó una de las faenas de la temporada en la plaza de Los Califas. La actitud del diestro, estoqueando después del tercer aviso, un excelente -y rajado- animal de Cuvillo que no había sido indultado empañó en parte ese trasteo que anima a seguir creyendo en el diestro de Sabadell. Dejamos para el final la que podría ser la mejor faena en la vida taurina de Cayetano Rivera Ordóñez, que se miró en los suyos para dar sentido a la Goyesca.
Pero hay que bajar del cielo al limbo en el que permanecen toreros como Juan del Álamo, David Galván, Juan Bautista o Pepe Moral, que buscará nuevos caminos sin Manolo Cortés. Muy distinto es el caso -a pesar de liderar las cifras de festejos toreados- de matadores destajistas como Padilla o El Fandi, que han encontrado crédito y acomodo en unos carteles de escaso interés artístico y aceptable rentabilidad comercial que les mantiene vivos. Y si bajamos al purgatorio constatamos que de ese cartel se ha caído el nombre de Manuel Díaz El Cordobés, incapaz de revocar la dictadura del calendario.
Hay que seguir bajando: el Cid rubricó su decadencia en la fallida encerrona madrileña, pero el panorama también se ha tornado sombrío para dos diestros tan distintos como Daniel Luque e Iván Fandiño. El primero no logró estar a la altura de las expectativas que él mismo había creado en la campaña anterior. El segundo, por su parte, quedó sentenciado tras la enésima encerrona, afrontada esta vez en Madrid ante un demagógico combo de vacadas pretendidamente duras que se convirtió en un sonoro fiasco y en un baldón imposible de remontar.
Tampoco logró despegar Francisco Rivera Ordóñez, reaparecido para celebrar el XXV aniversario de alternativa, que finalizó su temporada de reencuentro frenado por la gravísima cornada de Huesca.
Más allá está el ancho pelotón pero dejamos para el final los casos de David Mora -en el dique seco desde mayo de 2014- y Jiménez Fortes, brutal y repetidamente herido en el cuello el pasado año. Reaparecerán juntos en la madrileña Vistalegre en pocas semanas. Se les desea suerte. A ellos les toca despejar la incógnita.
Un rápido vistazo al escalafón taurino que recoge la web especializada tauroweb.com revela que 173 matadores de toros se vistieron de luces al menos una vez durante la temporada 2015 en ruedos españoles y franceses. Las cifras cambian notablemente si consideramos en activo a un matador que haya cumplido -al menos- cinco contratos. 68 lo han logrado. 40 matadores suman un mínimo de diez corridas. Con veinte o más se consignan dos decenas de toreros, que descienden a once si computamos 30 festejos contratados. La frontera de las 40 sólo la superan ocho coletudos; la cifra de 50, únicamente tres.
►Los trabajos originales de Álvaro R. del Moral, cronista de “El Correo de Andalucía” , se publican en su blogs “Con la tarde colgada a un hombro”, al que se puede acceder a través de nuestra sección “8 opiniones 10” y en las direcciones electrónicas:
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