Tesis Cultural de la bravura

por | 21 Mar 2013 | Ensayos

La bravura es un concepto que según se desprende de la Tesis cultural de la bravura, del sociólogo navarro Jorge Ramón Sarasa Juanto, presentada en el VIII Congreso Mundial de Toros de Lidia celebrado en Aguascalientes (México), ha variado a lo largo de los siglos, desde la concepción de que el toro embiste y huye, del XVIII y XIX, hasta lo que el público considera primordial actualmente, "las acometidas constantes, unida al ansia de prender los vuelos del capote y la muleta".

Según se desprende de los datos de la tesis, para el 92 por ciento de los ganaderos encuestados la bravura es el resultado de la acción del hombre pero Victorino Martín lo matiza diciendo que "el hombre ha depurado la capacidad de bravura del toro, pero sin que el toro la tenga no se puede trabajar".

En cuanto a la evolución de la bravura de los toros, sobre todo en los últimos años, muchos consideran que se ha notado la evolución a un mayor índice de bravura y regularidad en el comportamiento del toro con respecto al inicio de la ganadería, remarcándose que en el 90 por ciento de los casos los toros se quedan más tiempo bajo el peto del caballo y aguantan más al capote.

Cada ganadería tiene su idiosincrasia y sus reses se diferencian en casta y bravura. Y así, en unas priman una mayor entrega, más galope y una mayor longitud en las embestidas. En cualquier de los casos, se un consenso acerca de que bravura y nobleza van unidas, cuanto más bravo sea el toro más capacidad de triunfo transmite.

No son más que pequeñas muestras de la información que puede extraerse del estudio de Jorge Ramón Sarasa. Su hipótesis de trabajo a la hora de afrontar el estudio sociológico es muy precisa:  La bravura es el producto cultural de una sociedad dada, porque en la selección del toro de lidia concurren: 1)  la influencia del cambio axiológico operado en el seno de la afición taurina; 2) las demandas del mercado, condicionadas por las preferencias de los toreros y otras influencias externas; 3) la reglamentación vigente en cada época y lugar, y 4) las innovaciones tecnológicas.

Sobre esa base abierta de trabajo, el estudio entre otras conclusiones llega a puntos muy precisos. Y así, explica que la concepción actual de la bravura queda sintetizada en un toro que después de la suerte de varas continúe la embestida sin intermitencias hasta el final de la lidia; tenga la fijeza que permita confiarse al torero y posea la capacidad de lucha hasta la muerte.

Sin embargo, el estudio apunta que la mentalidad del ganadero está sometida a cambios. De hecho, las pautas culturales de la selección reciben influencias sociales externas, percibidas o no por el ganadero.

De hecho, las influencias de la sociedad en general sobre la cría del toro son admitidas por el 92% de los ganaderos, las de los toreros por el 60%, las de los públicos taurinos por el 72%, con arreglo a la idiosincrasia de las plazas.

En el fondo, porque los ganaderos entienden que la cría del toro, la sociedad y la estética del toreo son interactivas.

Un poco a vuelapluma, por esos caminos se dirige el interesante estudio que hizo Jorge Ramón Sarasa que ahora, cuando la actividad taurina baja y queda más tiempo para la lectura, rescatamos de las bibliotecas, convencidos de la plena actualidad de su contenido.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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