Tauromaquia en la Universidad

por | 15 Sep 2020 | Las Artes

Se habla mucho de las distintas actividades económicas y culturales seriamente dañadas por las consecuencias de la lucha contra la extensión del coronavirus en España. Una de esas actividades es la Tauromaquia, espectáculo que hunde sus raíces en lo más profundo de la psicología colectiva de la sociedad española y que concita filias y fobias, tan legítimas unas como otras en una sociedad libre y democrática.

En su evolución el arte de torear ha pasado por muchas fases, desde una práctica cuasi venatoria en un espacio cerrado hasta un arte depurado que, bien expresado, le hace exclamar a García Lorca “creo que los toros es la fiesta más culta que hay hoy en el mundo” (“El Sol” 10/6/1936).

Sí, los toros, la Tauromaquia, es un ARTE, es cultura y no porque lo haya dicho este o aquel intelectual pasado o presente sino porque así lo reconoce el mismo Estado. Una prueba de ello es que, desde hace ya veinticuatro años, se le ha concedido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes a más de una veintena de toreros, es decir, el Estado reconoce explícitamente con tal concesión a la Tauromaquia que es una de las Bellas Artes.

En estos tiempos donde lo único estable es, paradójicamente, lo inestable y donde la supuesta lucha contra una epidemia puede justificar cualquier cosa, la Tauromaquia, eso que coloquialmente llamamos “los toros”, no debe taparse cautamente en el burladero a ver si escampa sino plantarse desafiante en medio del redondel y reclamar el puesto que el Estado le reconoce y que sobradamente merece: su lugar oficial entre las demás Bellas Artes.

Uno de los centros transmisores de la cultura y, por ende, del arte es la Universidad, a través de la cual el Estado reconoce y garantiza la calidad de sus enseñanzas, que facultan a quien se ha titulado en ella para ejercer una determinada profesión.

Siguiendo la lógica de lo expuesto creo que ha llegado el momento de plantear a las Administraciones pertinentes la inclusión de la Tauromaquia en la Enseñanza Superior.

¿No hay una Facultad de Bellas Artes en la Universitat Politècnica de València en la que se imparten estudios y grados en Dibujo, Escultura, Comunicación Audiovisual y Pintura?, ¿no hay incluso un Programa de Doctorado en ella?, ¿no hay una Escola Superior d’Art Dramàtic en la que se conceden títulos en distintas artes escénicas, masters y cursos postgrado incluidos?, ¿no hay un Conservatorio Superior de Música en el que ocurre lo propio?

Si esas Bellas Artes tienen un reconocimiento oficial y una titulación homologable con centros equivalentes en todo el mundo, ¿qué impide que la Tauromaquia – una de las Bellas Artes según el Ministerio de Cultura y Deporte– tenga presencia en la Universidad, englobándose, si se estima oportuno en, por ejemplo, un Departamento de Taurología en el que tenga cabida todo lo relacionado con el toro de lidia?

Reconozco que lo planteado provocará la carcajada en algunos y una conmiserativa sonrisa en muchos, pero no olvidemos que la Tauromaquia y su mundo están en el punto de mira de quienes actualmente tienen recursos para tumbarla sin pensárselo dos veces. Lo de la economía y los miles de puestos de trabajo que sucumbirían no les quita precisamente el sueño y, ya se sabe lo de que “a río revuelto, ganancia de pescadores…”. Puede ocurrir de la noche a la mañana.

Ante esta situación la autocomplacencia y la acomodación pueden resultar fatales. Todos lamentamos actualmente el caudal de sangre brava que se va silenciosamente por los sumideros de oscuros mataderos,  pues la misión que sus criadores encomendaron a esas reses era vender cara su vida en un redondel ante miles de personas, generando a su vez arte y cultura. No puede haber mejor muerte para un toro bravo.

Esforcémonos para que no le ocurra lo mismo a la centenaria Tauromaquia, yéndose silente por el sumidero de la historia víctima de algún artero Decreto-Ley. Debe vender cara su vida y a la vista de todos.

La petición de ser tratada exactamente igual que las demás Bellas Artes por parte de la Administración generará, sin duda, un saludable y benéfico debate a nivel nacional, lo cual será bueno para la Tauromaquia, saneándola, actualizándola y separando el grano de la paja. Incluso si tal provocación llegara a causar su muerte será esta una muerte digna y gloriosa frente a todos, evitándose la adición de oscura infamia al crimen.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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