Cuando lo firma José Luis Benlloch, director de “Aplausos”, es seguro que la noticia está en los cierto: Taurodelta prepara un canal de toros por internet, en el que ofrecería programas divulgativos y los festejos que no se diesen por las televisiones convencionales, en unas ocasiones mediante la fórmula de pago por visión y en otras en abierto. Esta propuesta de televisión vía internet sería compatible con un posible acuerdo con el canal de pago de la plataforma digital, como ya han anunciado fuentes del Grupo Prisa.
Según el proyecto de la actual empresa de Madrid, se trataría de una alternativa a una posible ruptura de negociaciones o desinterés de los actuales operadores de TV y permitiría fórmulas de negociación más elásticas con los toreros.
De hecho, Taurodelta ya está experimentando una plataforma de televisión por internet que permitiría dar en directo toros desde Las Ventas. En un principio estaría pensado para retransmitir los festejos que las TV convencionales, las generalistas o las especializadas, caso de Canal+ Toros, no diesen.
El proyecto que está en periodo de pruebas y pendiente de las negociaciones que la empresa mantenga con las televisiones para el año próximo, estaría producido por Televeo, una plataforma que actualmente ofrece acceso gratuito y sin necesidad de registro a más de 60 canales de televisión.
El proyecto, diseñado en Méjico por un periodista español, ha sido acogido por Taurodelta como una alternativa real ante la posibilidad que las televisiones que actualmente se han interesado por los toros dejen de hacerlo.
De acuerdo con los estudios previos de mercado, la oferta estaría pensada de forma especial hacia Méjico, China y Japón como destinatarios mayoritarios. Según afirman, un setenta por ciento de los consumidores potenciales se cree que pincharían desde aquellos países, mientras que la audiencia española estaría en torno al treinta por ciento restante.
Fuentes de Taurodelta han asegurado al director de ”Aplausos” que el desarrollo final siempre estará en función de cómo se desenvuelvan las negociaciones con las televisiones que han retransmitido toros hasta el momento. “Solo se trata de estar cubiertos ante una posible ruptura o renuncia a dar toros por los motivos que fuesen” .
Por otra parte, consideran que los costos del proyecto, aún siendo importantes, son asequibles y que este modelo es menos agresivo frente a la posición de los toreros y ofrece más alternativas para retransmitir las ferias.
En cualquier caso, fuente de Prisa han confirmado al semanario taurino que Canal Plus y Taurodelta ya han llegado a un acuerdo verbal para continuar las retransmisiones de los principales festejos de Madrid, en un numero semejante al de los últimos años. La firma del compromiso se producirá los próximos días.
Este acuerdo está totalmente al margen del proyecto de televisión por internet que experimenta la empresa que regenta la plaza de Las Ventas, pero ambas propuestas podrían complementarias y compatibles.
Un proyecto ambicioso
En esta información, que por la fuente de procedencia merece toda credibilidad, tiene dos elementos diferenciados: la iniciativa propia de Taurodelta y el acuerdo con el canal de pago.
En lo que se refiere al canal Taurodelta los problemas que podrían producirse en materia de derechos de imagen son de orden menor. Y no tanto por su orden económico, sino por cuestiones conceptuales: al corresponder los derechos de imagen a los propios toreros, si éstos quieren pueden negociar directamente con Tauodelta como explotadora del canal. Y en esto no sólo no hay problema, sino que responde a la reivindicación principal del llamad G-10, en trance de quedar sensiblemente reducido, que era precisamente ser dueños de sus propios derechos y negociar directamente.
Diferente es el caso de un acuerdo Taurodelta-Grupo Prisa, porque en este supuesto ambas partes están negociando sobre unos derechos que son propiedad de terceros, en este caso los toreros y demás implicados en el espectáculo taurino. Por tanto, Taurodelta viene obligada en cada caso a negociar con los toreros y si se produjera un desacuerdo, o no contratan a los discrepantes para sus festejos, o tales espectáculos no pueden ofrecerse por la televisión de pago. Esta es la médula de la cuestión. Aquí radica, de manera fundamental, el cambio que jurídicamente tiene ahora que producirse en materia de televisión taurina.
Sin embargo, tanto en un caso como en otro, en la actualidad se produce una importante variable que introduce una preocupante dosis de inseguridad jurídica a cualquier género de negociación y de acuerdo. Dado que el tema de los derechos de imagen de los toreros han sido denunciados por la patronal de los empresarios ante la Comisión de la Competencia, cualquier tipo de negociación o de acuerdo deberá cumplir los requerimientos que al respecto establezca dicha Comisión, que suele ser bastante restrictiva a la hora de realizar concesiones en materia de competencia.
Pero, además de tener carácter retroactivo, lo que dicha Comisión dictamine en el caso de los toreros personalmente implicados en la demanda –todos los del antiguo G-10–, pasa a ser de obligado cumplimiento con respecto al resto de los profesionales. Por ello, cuanto ahora se negocie quedará siempre a expensas del expediente sancionador que en la actualidad se instruye.
Esta es una de los condicionantes de inseguridad jurídica que más han criticado otros sectores empresariales, cuando han estado implicados en procedimientos de algún modo parecidos.
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