MADRID. Duodécima del abono. Algo más de media entrada; según datos de la Empresa: 14.589 espectadores (61,3% del aforo), la segunda peor entrada de lo que va de ciclo primaveral. Tres toros de Valdefresno y dos de Hnos. Fralie Mazas (Nicolás y José Enrique Fraile) y un sobrero de Carriquiri (4º tris), todos de nulo juego, con una presentación apta pero muy desigual. Daniel Luque (de rioja y oro), silencio y silencio tras un aviso. Fortes (de celeste y azabache), silencio tras un aviso y silencio. Juan Leal (de violeta y oro), ovación tras un aviso y silencio.
INCIDENCIAS: Antes de romper se el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las victimas del atentado terrorista de Manchester. La corrida se prolongó durante dos horas y media.
Qué cuesta arriba se puso la tarde desde el primer momento. Pero lo peor es que luego no se veía la hora de aquello acabara. Exhaustos se salió de Las Ventas en este martes de calor. Los toros seleccionados por los hermanos Fraile, con los dos hierros de su casa –Valdefresno y Fraile Mazas– resultaron un proyecto fracasado de incorporar a los carteles una divisa que no procediera de domecq. Los atanasios-lizardos de Puerto de San Lorenzo rayaron a la altura de los domecq mas adulterados, que de esos también se han visto en esta feria.
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Un recorte muy torero de Fortes |
La biganadería salmantina traía a Madrid, desde luego, animales con presencia y caras ofensivas –ambas con tipos muy distintos–, pero luego se caracterizaron por su falta de fondo y de poder, tanto que todos se dedicaron a estar más tiempo genuflexos de sobre las cuatro patas, y sin ninguna codicia ante los engaños, incuso los que encerraban algunas dosis de nobleza. Para el torero, desesperante; para el aficionado, insufrible. En cuarto lugar, como primer sobrero apareció otro atanasio, en este caso con el hierro de Adelaida Rodríguez, gemelo de los tutelares, que tuvo que ser devuelto y sustituido por un cinqueño de Carriquiri, muy corraleado, que huía hasta de su sombra en los dos primeros tercios; luego, en cambio, tomaba la muleta, pero ya era tarde para romper: la muy laboriosa brega había acabado con su recorrido.
Devuelto por debilidad manifiesta el cinqueño enchiquerado como 1º, Daniel Luque optó por echar en su lugar al sorteado como 4º, que no estaba ayuno de clase, pero al que le fallaban las fuerzas. En consecuencia, Luque tan sólo pudo enseñarnos las debilidades de su enemigo. Debió de acabar agotado después de tanta carrera y tanta lucha para traer a mandamiento al sobrero de Carriquiri: que sólo quería territorio libre de todo obstáculo; menos picarlo por correspondencia, hubo que hacer todas las probaturas posibles ante el caballo. El desgate de los hombres y del animal era tremendo, de forma talq ue al tercio final llegaron ya al límite de lo posible. Aunque en términos comparativos era el único que tomaba los engaños con algo más de bríos, el lucimiento esta fuera de alcance de cualquiera, elanimal ya no tenñia capacidad de romper.
Si los dos atanasios que le correspondieron a Fortes hubieran tenido codicia, habría dado verdadera medida de su nueva dimensión como torero. Con el que hizo 2º, prácticamente sólo pudo enjaretar media docena de naturales rodilla en tierra desde lejos, que nacieron con un temple y una largura magníficos. A partir de ahí lo habitual en este martes: intentos y más intentos, hasta desistir y coger los aceros. La extrema blandura, sin poder ni casta, del que ocupó su segundo turno, solo permitió atisbar la medida que hoy puede dar el malagueño en circunstancias más bonancibles. Ha sido la lucecita de esperanza de un día plúmbeo.
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Juan Leal metido entre los pitones |
A Juan Leal no se le supone el valor: lo tiene demostrado, incluso superando las leyes de la lógica. En la función de este martes lo dejó claro por dos veces, ante sendos atanasios de mucha seriedad. Pisar esos terrenos, y con la firmeza que lo hizo, rayaba en la heroicidad. No decayó su ánimo en ningún momento, incluso se paso conscientemente en el metraje en ambas faenas. Ha dejado clara su hombría y su afición, pero no pudo decir más con el material de desecho que le correspondió.
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