Ha durado apenas dos meses, lo que se dice “un suspiro”. Lo que, después de un ardoroso discurso, nacía poco menos que para regenerar de sus orígenes al mundo de los toros, pierde ya la mayor parte de sus activos. Y es que Simón Casas, aduciendo escuetamente, “motivos personales” ha dado por concluida su pertenencia a la Fusión Internacional por la Tauromaquia, que firmara en el pasado enero con Espectáculos Taurinas de México S.A. (ETMSA) y el empresario José Cutiño.
En un comunicado emitido por el grupo mexicano se informa textualmente en los siguientes términos:
►“La Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT), comunica que por motivos personales, Simón Casas se desvincula de este proyecto para continuar su carrera en solitario. ETMSA, a pesar del compromiso pactado y firmado, da el acuerdo por finalizado.
La FIT, siguiendo con las mismas bases de apoyo y fortalecimiento de la tauromaquia, continuará con la fusión ya existente entre EMTSA y José Cutiño y con el proyecto iniciado en el mes de enero”.
Lo que no aclara el grupo del magnate Alberto Bailleres es qué va a ocurrir ahora con el reparto de las plazas y de los contratos de apoderamiento que formaban el activo principal de esta fusión –de forma jurídica aún en una nebulosa–, porque en solitario o asociado con Cutiño, el empresario francés aportaba nada menos que las plazas de Valencia, Málaga, Zaragoza, Córdoba, Vitoria, Olivenza, Badajoz, Alicante, Almendralejo, Zafra, Don Benito y Nimes, además de la de Mont de Marsán. Pero además aportaba los contratos de apoderamiento de Finito de Córdoba, Daniel Luque, Paquirri, Román, Ginés Marín y Fermín Bohórquez.
Mientras no se aclare –algo que EMTSA no hace– cómo se divide esta importantísima aportación a la fusión –que garantizaba más de 100 espectáculos mayores en cada temporada– , no nos aclararemos que va a ser en el futuro de este intento de Bailleres por desembarcar en Europa. Desde luego, para regir los destinos nada más que de Olivenza, Córdoba y de Vitoria, no parece que sea un viaje que compense tantos esfuerzos.
Pero, por otro lado, si han bastado “motivos personales” para romper lo que denominaron una “Fusión internacional”, quiere ello decir que, en realidad, lo firmado a tres bandas era en realidad un acuerdo extramercantil; esto es: que no tomaba ninguna de las formas previstas en el Derecho europeo, una incógnita que siempre ha sido la “espada de Damocles” que tenía encima esta operación, de la que no se saben elementos tan esenciales como bajo la legislación de qué país se constituyó, un dato relevante jurídica y fiscalmente toda vez que una de las partes firmantes es un grupo empresarial extracomunitario.
La sorpresa que causa esta abrupta ruptura, en la que ni mutuamente se “agradecen los servicios prestados”, deja muchos más interrogantes encima de la mesa. No se puede olvidar que, por ejemplo, en la cartelería de la inmediata feria de Fallas figura como organizador el nombre de la F IT, aunque la adjudicación de la plaza se le hizo directamente a Simón Casas. Pero es que, además, en el número del semanario “Aplausos” que salió a la venta horas antes de este comunicado de ruptura, Casas afirmaba rotundo: “La FIT potencia mi doctrina empresarial”. Pero, además, reconocía literalmente que las Fallas “efectivamente es una feria de la FIT”.
Se supone que sobre esas bases se han hecho las contrataciones y se ha montado toda la organización. Si nos atenemos al comunicado, Casas “continúa su carrera en solitario”, lo cual sólo puede interpretarse como que pasa a ser el empresario exclusivo de la plaza valenciana. Lo contrario, cuando la plaza se adjudicó a una plica firmada por Casas, constituiría un embrollo jurídico y administrativo de muy primer nivel.
Una primera explicación
Con todas estas dudas por delante, surgen unas primeras explicaciones, muy oportunamente contadas por Rosario Pérez en ABC[1] , bajo el título: Simón Casas: «Me he desvinculado de la FIT porque prefiero mantener mi independencia». De lo que ahí va informando la periodista del diario decano, se deducen dos cosas principales: la primera, que tal “Fusión Internacional por la Tauromaquia” no es ninguna fusión en términos mercantiles, sino simplemente “un acuerdo comercial”; la segunda, que José Cutiño sí “ha vendido su empresa” al grupo de Bailleres. Y a partir de esas bases, Casas argumenta que su marcha se debe a su deseo de mantener su propia independencia empresarial.
Entre otros aspectos, el empresario francés afirma:
► “No tiene (la ruptura) mayor importancia, ni hay conflicto ni ningún problema.Tenía la opción de entrar como socio comercial de la FIT o quedar independiente, y he optado por la independencia, porque la prefiero y corresponde más a mi forma de ser y a mi historial personal. No tengo necesidad de vender acciones ni de entrar en otros negocios. No hay conflicto, sigo apoyando su proyectos. Pero he reflexionado y ser independiente corresponde más a mi destino y a mi posicionamiento personal. Las relaciones con Cutiño, el señor Baillères y Barrera son excelentes. Pero he meditado y tomado esta decisión. Y para los que piensen que yo me vendo, quiero aclarar que ni nunca me he vendido ni me pienso vender”.
►“Lo que ha cambiado (de enero a hoy) es que, en vez de entrar en una operación comercial con toma de participaciones y acciones con la FIT, guardo mi independencia total con excelentes relaciones con ella y, además de las buenas relaciones, somos socios por mediación de Cutiño”
►“Cuando se presentó (la FIP), se había firmado un acuerdo de negocio, que tenía que desembocar en el mes de febrero en un contrato definitivo o no. Yo seguía con mis reflexiones… Lo que firmé en diciembre fue un precontrato con una fecha de caducidad del 15 de febrero. Como el 15 no se firmó el contrato, guardé la libertad de reflexionar. La semana pasada comuniqué mi decisión y ayer nos reunimos”.
►“No solo no tengo conflicto con la FIT, sino que la FIT sigue siendo socia mía en Zaragoza (donde tengo mayoría con el 70 por ciento) -detalla el productor-, porque Cutiño ha vendido su negocio a la FIT. En Málaga, donde tengo una participación menor, soy yo el socio de la FIT. En el caso del apoderamiento de Francisco Rivera Ordóñez, vamos al cincuenta por ciento. En Valencia, Nimes y Alicante, voy por libre al cien por cien”.
► “Yo considero que la Fiesta necesita apoyo en general, inversión y protección económica, eso sí. Y que la globalización y la unión son necesarias en la respuesta a los ataques a la Tauromaquia. Pero yo tengo capacidad empresarial. Soy empresario de plazas muy importantes, con nuevos contratos en plazas como Valencia y Zaragoza que sí son buenos y sostenibles. Los de hace cinco o seis años, en otra coyuntura económica y de mercado, eran insostenibles por exceso de espectáculos y de canon de piso de plaza. Todo ha cambiado: en Valencia, por ejemplo, tengo un contrato nuevo con 200.000 euros menos de piso de plaza. Claro que tuve pérdidas, pero me lo tomé como una inversión. No hay que confundir pérdidas con inversiones. La temporada pasada hice unas Fallas calificadas de históricas y rescaté El Pilar. Mi lucha la financié y la gané yo solo, buscando la calidad. Y ahora tengo por delante buenos contratos, en plazas de primera con Valencia y Zaragoza”.
►“Está perfectamente sana (su situación económica). Si tuviese problemas económicos, no haría los carteles que hago. Tengo la confianza de las figuras del toreo, de ganaderos y de las entidades públicas. Aunque a veces haya pagos diferidos como en tantas empresas, no debo un euro a nadie”
[1] Rosario Pérez. ABC. Simón Casas: “Me he desvinculado de la FIT porque prefiero mantener mi independencia”.
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