La entrevista no tiene un momento con desinterés: cuanto dice hay que, al menos, pensarlo. Y le da lo mismo que hable de estadísticas, que hoy juega a su favor, que de las condiciones por lo menos atípicas que rodearon a anteriores concursos de adjudicación de la plaza de Las Ventas, en los que jugó a perdedor.
Habla a tumba abierta. Hasta con un punto de vehemencia en algunos momentos. Pero dice todo lo que considera que es su verdad. Lo comprobará el lector visionando el siguiente video, a partir del minuto 31,30.
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