Hasta el 1 de mayo de 1919 hay que remontarse para localizar la primera ocasión en la que se concedieron a un torero la dos orejas y el rabo en la Maestranza. Fue a Juan Belmonte, que aquella tarde lidió una corrida de Concha y Sierra con El Gallo, Rodolfo Gaona y Manolo Belmonte.
Se da una circunstancias curiosa: ese mismo día también José Gómez “Gallito” obtenía por primera vez el mismo premio, bien que en este caso fue en la otra plaza sevillana de la época: la Monumental.
Como si fuera una premonición sucesoria el tercero en la lista fue Manuel Jiménez “Chicuelo”, que grabó su nombre en la relación de los grandes triunfadores en tres ocasiones:
Hubo que esperar 4 años desde el primer gran triunfo de “Chicuelo”, hasta 1928, para que la Maestranza viviera una situación similar. En este caso fue por partida doble, pero en ambas ocasiones el triunfador fue Pepe el Algabeño:
El 22 de abril de 1930 se incorpora a esta lista de honores el malagueño Andrés Mérida, cuando en la tarde de su alternativa obtuvo los máximos trofeos. Se lidiaron en esta ocasión reses de cuatro ganaderías: Natera, Terrones, Angoso y González Nandín y el cartel lo encabezan Chicuelo y Cagancho.
Un año más tardes, el 22 de abril de 1931 los máximos trofeos fueron por primera vez a las manos de Manolo Bienvenida, cuando actuaba ante toros del Conde de la Corte con Marcial Lalanda y Cagancho.
Por dos veces más repetiría este triunfo el mayor de los Bienvenida años más tarde. Fueron las siguientes:
Pero entre estos dos éxitos del hijo del Papa Negro, se anotan otras dos tardes de triunfos. La primera fue una novillada celebrada el 21 de abril de 1932, con reses de Esteban González, ante las que el triunfo correspondió a Diego de los Reyes, el torero de Castilleja de la Cuesta, que compartía cartel con Juanito Jiménez y Diego Gómez Laínez.
También en 1932, en la feria de San Miguel, se une a la saga de triunfador el mexicano Fermín Espinosa “Armillita”, cuando el 28 de septiembre triunfó ante toros de Pallarés, acompañado de Domingo Ortega y de Pepe Gallardo.
Dos años mas tardes, en 1934, reverdeciendo viejos laureles, un reaparecido Rafael El Gallo consiguió las dos orejas y el rabo de su enemigo el 29 de abril, en una tarde que con Cagancho, Domingo Ortega y Diego de los Reyes se se lidiaron a ocho toros de Torre Abad.
En 1936 otros dos novilleros se unen, y por partida triple, a la relación de triunfadores.
–el 15 de mayo de 1938 por tercera vez consiguió el máximo reconocimiento Torerito de Triana, con una novillada de Carmen de Federico, que compartió con Juanito Belmonte y Manolo Calderón.
Pero si volvemos a la cronología natural, en una tarde nada convencional, la del 14 de febrero de 1937, cortó las dos orejas y el rabo Domingo Ortega. Era un cartel atípico, encabezado por do Juan Belmonte como rejoneador, con Antonio Márquez y Pepe Amorós como matadores de toros y Rafael “Gallito”, José I. Sánchez Mejías y Juanito Belmonte como novilleros, con reses de distintos hierros. En la prensa de la época, incluso en la propia biografía del maestro de Borox, figura como una “corrida”, por más que bien parezca un festival.
En 1939, el 9 de abril, un segundo integrante de la dinastía del Papa Negro une su nombre en esta lista. Fue Pepe Bienvenida en una tarde que lidió una corrida de Escudero Calvo con Cagancho y Pascual Márquez.
Pero en este 1939 hubo otras dos ocasiones de máximos triunfos. El del 23 de abril correspondió al novillero Luis Mata, también con reses de Escudero Calvo, actuando con Manuel Calderón y Yoni.
Y metidos ya en julio de este 1939, el día 2 se asiste a la histórica alternativa de Manuel Rodríguez “Manolete”. Se lidió una corrida de Clemente Tassara, ante la que Chicuelo también fue premiado con las dos orejas y el rabo. Completaba la terna Gitanillo de Triana. Una segunda vez alcanzó el torero cordobés este reconocimiento: fue el 21 de abril de 1942, en una tarde con ocho toros del Villamarta, en la que compartía cartel con Pepe Bienvenida, Juanito Belmonte, y Pepe Luis.
Y en medio de estos dos triunfos se cuela Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, cuando el 8 de junio junio de 1939, festividad del Corpus, consiguió las dos orejas y el rabo, en una tarde que actuaba con Luis Fuentes Bejarano y Juanito Belmonte, ante reses de Albaserrada.
La normalización en los años 50
Bien podría decirse que cerrada la década de los años 40, el premio de las dos orejas y el rabo, que tanto abundó hasta entonces, se normaliza en la Maestranza, muy al hilo de las propias reglamentaciones. De hecho, desde el comienzo de la nueva década de los 50 hasta nuestros días tan sólo se han concedido en siete ocasiones, seis a matadores de toros y una a un rejoneador. Son las siguientes:
–12 octubre de 1952: Rafael Ortega. Se lidiaron toros de Manuel González y de Guardiola; en el cartel, Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez y el rejoneador José de Rosa.
–27 de abril de 1954: Cesar Girón. El cartel lo completaban: cuatro toros de Juan Cobaleda y dos de Salvador Guardiola para Manolo Vázquez, y Pedrés.
–29 de Abril de 1954: Cesar Girón. En el cartel se anunciaba con siete toros de Salvador Guardiola para el rejoneador Ángel Peralta, Manolo Carmona –que resultó herido– y Juan Posada
–20 de Abril de 1956: Rafael Ortega, con toros de Miura y Antonio Ordóñez y Gregorio Sánchez –que resultó herido– de compañeros de terna
–20 de abril de 1964: El Cordobés, ante toros de Carlos Núñez, con Victoriano Valencia y Diego Puerta.
–26 de abril de 1968: Diego Puerta, ante toros del marqués de Domecq, con
–24 de abril de 1971: Ángel Peralta, que actuó con reses de Carlos Urquijo en compañía de Rafael Peralta, Álvaro Domecq Romero y José Samuel Lupi.
–25 de abril 1971: Ruíz Miguel, ante toros de Miura, toreando con Andrés Hernando y El Hencho. Por delante actuó el rejoneador Fermín Bohórquez.
–26 de abril de 1999: Pablo Hermoso de Mendoza, ante toros de Fermín Bohorquez, actuando con Luis Valdenebro, Fermín Borhórquez, Luis y Antonio Domecq y Paco Ojeda.
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