¿Seguro que en el siglo XXI esta broma pesada de los vendavales no tiene solución?

por | 22 May 2015 | Temporada 2015

MADRID. Decimo cuarta de la feria de San Isidro. Lleno de “No hay billetes”, en una tarde más con mucho viento. Cinco toros de El Pilar, de gran presentación y  sin clase y condicionados por la escasez de fuerza; y un sobrero (2º bis) de Charro de Llen, astifino y exigente. Juan José Padilla (de verde botella y oro con cabos negros), silencio tras aviso y silencio.  José Mª Manzanares (de negro y azabache), silencio y una oreja tras aviso. Miguel A. Perera (de azul cobalto y oro), silencio y silencio tras aviso.
Desde la meseta de toriles, asistió a la corrida el Rey don Juan Carlos, acompañado por su hija la infanta Elena y por su nieta Victoria Federica. Los tres espadas brindaron sus primeros toros a S.M.

¿Es completamente seguro que los vendavales de Las Ventas no tienen solución? Desde luego estudios ya se hicieron en otras épocas y la cosa no parecía fácil. Como es cierto que se trata de un edificio declarado patrimonio histórico artístico, circunstancias que condiciona mucho las actuaciones. Y no puede olvidarse que cuando Taurodelta quiso montar una solución transitoria, el tinglado literalmente se les vino al suelo por su propio peso; o como diría el otro: "por el peso de la gravedad", de la gravedad del error de los técnicos, naturalmente. Pues pese a todo, ¿las nuevas tecnologías no ofrecerían hoy una solución razonable? Qué trabajo cuesta creer que, en efecto, también eso parece imposible en este siglo XXI.

Lo que desde luego resulta un sin sentido es mantener sine die la situación actual: que un espectáculo que hoy es de lujo por el dineral que cuesta, y cuando, además, los que pisan el ruedo se juegan verdaderamente el tipo, se tenga que desarrollar en tan desapacibles condiciones  no tiene pase.  ¿Si en el Teatro Real, por ejemplo, se produjeran goteras que  harían: arreglarlas o regalarle a cada melómano un paragüita ad hoc? Mientras tanto, ahí seguimos, añorando el “sol y moscas”.

Una añoranza que se hizo mayor porque no se tuvo ni la compensación de una corrida de El Pilar –eso sí, de excelente y a veces aparatosa fachada–  que permitiera ver el toreo en su estado actual. Entre la poca clase y estar dotados de patas plegables, coko las sillas de playa, la cosa se desinfló. Hasta el que  humillaba con más clase, que era el 4º, se desmoronó. Un punto de juego tuvo el 5º, pero sólo un punto. Aunque pudieron y debieron ser más, a lo corrales tan solo volvió uno y por haberse partido un pitón por la cepa: el 2º, que fue sustituido por un sobrero de Charro de Llen, con mucha leña arriba y exigente de trato. Si a toda esta descripción se le suman los vendavales, que hacían volar los engaños como si fueran papeles de fumar, se comprende que en tarde de tanta expectación ocurriera tan poco.

Con oficio y facilidad pasaportó Juan José Padilla a su lote. Muy concienciado de estar en Madrid, el jerezano no se salió ni un ápice de la ortodoxia estricta. Una actitud muy encomiable, pero que si se la hubiera saltado un poquito con el 4º, aliviando algo sus muletazos sin llevarlos tan por abajo, a lo mejor la cosa le habría ido mejor. Pero no deja de ser una suposición.

Contra el viento y la marea –de los contradictores, claro–  José María Manzanares le consiguió cortar una oreja al 5º. El alicantino estuvo toda la tarde más que nada en el papel peleón con el que triunfó en Sevilla con un toro imposible. Con todo, a su segundo le pudo trazar series cortas con la enjundia propia de su Casa, además de recetarle un señor espadazo.

Si el pasado año saboreó lo que es la suerte y el triunfo, hasta ahora todo le está saliendo al revés a Miguel A. Perera en los sorteos. De cuatro toros que lleva ni uno le ha dejado un resquicio, aunque fuera pequeño, para el lucimiento. Estuvo firme y técnicamente en su sitio, pero de ahí no se pudo pasar. Ahora su sanisidro queda al albur de los tres que le esperan en el mano a mano de la Beneficencia.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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