Sin poder disimular su entusiasmo –se ha debido quitar 20 años de encima y ya frisa los 90– el bueno de Manolo Lozano sigue atendiendo a unos y otros detallando lo que ya sabemos. Morante volverá a la cancha en el mes de junio dejando atrás las Ferias de Abril y San Isidro, posiblemente buscando cosos coquetos pero menores y, sobre todo, huyendo de ese toro desmesurado que, dijo, es un antídoto para la creación.
Pero, le guste o no, Morante es un torero de plazas grandes y sus nuevos horizontes podrían animar la reedición de aquellas corridas de arte y ensayo reservadas a Curro Romero o Antoñete en el estreno del verano madrileño en los años de la Movida. ¿Se podría pensar algo parecido en Sevilla?
Sin salir del terreno de la conjetura les animo a contemplar una fecha: el 31 de mayo de 2018 es el jueves de Corpus. Podría ser un buen momento para poner en marcha la nueva maquinaria con ganado y compañeros a modo y –sobre todo- en medio de una gran expectación. Puestos a soñar carteles no sería aventurado pensar que Morante sabría alegrarle las pajarillas a su cuate Pepe Luis Vázquez para que le abriera plaza. Hay quien querría ver en el lance la enésima oportunidad de ver a José Tomás en la plaza de la Maestranza, alejado del fragor abrileño y sin cámaras de por medio aunque el presupuesto del cartel lo haría casi inviable.
A pesar de todo, las piezas -y seguimos dando rienda suelta a la imaginación- podrían encajar. El propio diestro de La Puebla, después de enterrar el hacha de guerra con los Pagés, había mostrado su interés por reflotar taurinamente el día del Corpus. En ese empeño baldío –enfriado por la propia empresa– se llegó a ofrecer de correo del Zar para involucrar en el empeño al señor Tomás.
Todo se andará… o no. Depende del día y el lugar que el genio de La Puebla escoja para volver a la palestra.
Ojo: en algunos corrillos se comenta que esa fecha tardía estaría condicionada a algunas cláusulas temporales del contrato que aún le podría unir a la casa Bailleres. Pues ni idea…
Cifras y letras: los números de la Maestranza
Y hablando de Sevilla: el empresario Ramón Valencia ha desvelado en una recentísima y amplia entrevista concedida al semanario “Aplausos” algunos sabrosos datos que dan idea del auténtico pulso taurino de la plaza de la Maestranza.
En la temporada 2017 se sentaron en sus escaños alrededor de 180.000 espectadores. Juguemos con los números: multiplicando los 27 espectáculos celebrados por las 10.500 localidades que hace la plaza nos encontramos con un total de 283.500 asientos.
Hagan la cuenta de lo que ha quedado por cubrir y comparen con las 230.000 localidades que se llegaron a vender antes del precipicio de la crisis económica. Eso sí, en 2017 se habrían despachado en torno a 4.000 entradas más que el año pasado. Algo parecido ha ocurrido con los abonos. En 2016 se sumaron 160 y en 2017, 129 más.
El proceso es lento pero, afortunadamente, ha revertido la curva descendente. El que resiste, gana.
►Los trabajos originales de Álvaro R. del Moral, cronista de “El Correo de Andalucía”, se publican en su blogs “Con la tarde colgada a un hombro”, al que se puede acceder a través de nuestra sección “8 opiniones 10” y en las direcciones electrónicas:
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