Se mantiene una triste tradición: la Tauromaquia no existe para los Presupuestos del Estado

por | 5 Ago 2015 | Informes

En las 539 páginas  dedicadas a las actividades culturales en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, el término Tauromaquia aparece tan sólo una vez. Es en la página 433 del tomo VIII de la Memoria explicativa de las cuentas nacionales. En concreto, bajo el epígrafe de: ”Subsecretaría de Educación, Cultura y Deporte”, se dice textualmente:

Este centro directivo participa en el programa con la gestión de subvenciones destinadas a las fundaciones y asociaciones con dependencia orgánica de partidos politícos con representación parlamentaria, para su funcionamiento y actividades de estudio y desarrollo del pensamiento político, social y cultural. Asimismo gestiona el Premio Nacional de Tauromaquia”.

Curiosamente, a todas y cada una de las artes escénicas y cinematográficas y demás manifestaciones artísticas, culturales y deportivas, se presta una atención detallada, referenciando todos y cada uno de los programas de actuación.

Una trayectoria persistente

Con lo cual, de la previsión de gastos hecha por el Gobierno para 2016 al mundo del toro se dedica la modestísima cantidad de 30.000 euros, que es el importe que tiene el Premio Nacional de Tauromaquia, la misma dotación establecida para el resto de los Premios de esta categoría. De las demás previsiones de gasto está completamente ausente.

Y eso que el presupuesto previsto para la Cultura crece un 7,2% con respecto a 2015, situándose en 803,5 millones de euros,  de los cuales para la música y la danza se dedican 94,19 millones de euros, un 2,31% más que en el año anterior; para el teatro, 53,56 millones, un 0,76% más; para el cine se dedican 74,53 millones, lo que supone un incremento del 11,9%.

Se cumple de esta forma lo que ya se ha hecho habitual: el Estado no tiene el propósito de apoyar económicamente a la Fiesta. Es lo que se comprueba si se analizan los contenidos de los Presupuestos Generales del Estado en los últimos años: la Tauromaquia no existe. Tan sólo en tres ocasiones aparece una pequeña partida de 30.000 euros para el Premio Nacional de Tauromaquia, una de las cuales no se llegó a utilizar porque no se convocó. Ni siquiera para 2014, que es cuando se desarrollará el Plan Nacional de Tauromaquia. El estudio comparativo que ha realizado el profesor Juan Medina resulta incontestable. Pese a las reiteradas afirmaciones de algunos indocumentados que aseguran que la Tauromaquia vive gracias a los dineros públicos, la realidad es bien distinta.

Pero el profesor Juan Medina ya comprobó documentalmente el muy escaso apoyo que la Fiesta recibe de las Comunidades Autónomas. Y así, por ejemplo, en el estudio de los Ejercicios de 2012 y 2013 se constata que en programas que son colaterales a la Fiesta dedicaron escasamente 3 millones de euros.

Sólo cuatro de las diecisiete Comunidades Autónomas españolas destinaron partidas a la tauromaquia en sus Presupuestos Generales de 2013. Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid asignaron en conjunto un total de tres millones de euros a asuntos taurinos, frente a los 890 millones que se concedieron a industrias culturales y patrimonio artístico. Otras tres Comunidades (Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra), incluían también la tauromaquia en sus presupuestos, pero en programas instrumentales o de apoyo que no implican dotación presupuestaria alguna.

Por el contrario, la inversión que los gobiernos autonómicos emplearon para la promoción de otras industrias culturales (teatro, cine, música, danza) ascendió a 432,9 millones de euros en 2013, mientras que a patrimonio histórico-artístico, museos, bibliotecas y archivos se transfirieron otros 454,6 millones de euros.

La falta de sensibilidad

Probablemente para ser ministro de Hacienda –se sea del color político que fuere—se exija como condición necesaria una absoluta insensibilidad social; lo suyo son cuadrar a toda costa unas cuentas.

A  este respeto, la insensibilidad que viene demostrando el ministro Montoro viene batiendo record; no sólo ha aumentado la presión fiscal sobre las actividades taurinas, si no que además exige a todos los Departamentos de la Administración  que puedan desarrollar algunas actividades relacionadas con la Fiesta la expresa declaración –BOE incluido– que las mismas tendrán coste 0 para las arcas públicas.

Hasta cuando, por mandato de la ley, se reconstituyó la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos hubo que incluir semejante coletilla: para eso, “ni un euro”, como bien se encargaba de recordar el anterior ministro del ramo con ocasión y sin ella. Dicho en tono coloquial, que si a los reunidos en esa Comisión se les servía un café, tendrían que pagarlo a escote. Todo lo cual contrasta con el hecho de que el mundo del toro sea contribuyente neto y en cantidad nada pequeña, por ejemplo, en el concepto del IVA.

Pero este abandono presupuestario choca bastante con el hecho jurídico de ser la Fiesta declara específicamente como una de las ramas que forman la Cultura y por tener reconocido su valor como patrimonio cultural. A cualquier otra actividad que tenga semejantes connotaciones jurídicas, les corresponden una serie de ayudas; a la Tauromaquia no.

Hay que reconocer que en eso parece como si los sucesivos Gobiernos quisieran ser los avanzados en la política de los grupos políticos hoy emergentes, que todo lo someten a consulta popular previo aviso de que retirar cualquier tipo de ayuda –por cierto, muy indirecta– que pueda beneficiar a la Tauromaquia.

Precisamente por eso la falta de sensibilidad de cara al Presupuesto que el ministro Montoro ha preparado para 2016 se hace más llamativa. Cuando grupos de la Oposición y otras organizaciones alternativas aprietan más en su campaña antitaurina, desde el Gobierno no se ha tenido ni un simple gesto, aunque sólo fuera simbólico, que supusiera apoyo a la Tauromaquia. Como se dice en la canción popular, no han dejado más solo que a los de Tudela.

 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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