Dieciséis corridas de toros compusieronel abono de San Isidro en las Ventas en la temporada de 1968. Fue aquel un año en el que don Livinio Stuykc, recién confirmado como arrendatario de la Monumental –en un concurso en el que ganó a la oferta presentada por los hermanos González Lucas–, tuvo que competir con el otro sanisiddro, el que los Domingines organizaron, como si fuera una respuesta al concurso, en la carabachelera Vista Alegre
Para Las Ventas, don Livinio tenía asegurada la presencia de Antonio Ordóñez, que regresaba a los ruedos después de su retirada de Lima, de Diego Puerta, de Paco Camino, de Curro Romero, de El Cordobés …. Hasta de Manolo Cortés y Miguel Márquez, que por entonces eran novedad y que vieron a Madrid a confirmar su alternativa.
Para Carabanchel, los Dominguines contaban con las figuras que no se habían puesto de acuerdo con don Livinio: Gregorio Sánchez, El Viti y Ángel Teruel, además de Jaime Ostos y Cesar Girón.
En la Monumental pasaron en triunfo Ordoñez, Puerta, Camino y El Cordobés. Pero también fue el sanisidro en el que Agapito García “Serranito” le cortó tres orejas a la corrida de Pablo Romero. Y en el terreno ganadero, hay que anotar que un toro de Urquijo y dos de García Aleas fueron condenados a banderillas negras. Y dentro de los anecdótico, aquel 1968 la lona protectora del ruedo también resultó salvadora de la celebración de algún festejo.
Pero a la historia también pasó por un episodio casi marginal: la tarde del 18 de mayo Miguel Mateo “Miguelín”, saltó como espontáneo en el 6º toro, que correspondía a El Cordobés. Era una especie de denuncia pública la trayectoria del revolucionario de Palma del Río. El asunto se zanjó con 24 horas de detención y una multa de 40.000 pesetas. Pero el algecireño regresó semanas más tardes a Madrid, en la Corrida de la Prensa, y se entretuvo en cortar seis orejas.
La feria de Vista Alegre
El nombre de “El Viti” llevó mucho público a la plaza de Vista Alegre. Sus dos tardes se puso el “No hay billetes”. Para entonces el torero de Vitigudino ya había abierto por 8 veces la Puerta Grande.
En la mayoría de las reseñas se remarca que el toro de Carabanchel no fue ninguna tarde el que era habitual en Las Ventas. Con todo, el triunfo del salmantino el 12 de mayo resultó incontestable.
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