De acuerdo con la crónica que firma Pablo J. Gómez de Barbieri en el diario limeño “El Comercio”, el más influyente de Perú, buena suerte, dentro de la mala suerte del percance; tras la cogida en Villaseca de la Sagra, José Antonio Campuzano, su apoderado y el joven novillero Roca Rey, han pedido el alta voluntaria del hospital de Toledo adonde fue trasladado. El torero ha realizado el viaje descansando en la litera del coche de cuadrillas. Ambos, Campuzano y Roca Rey, decidieron que la recuperación sería más llevadera en Sevilla, donde los médicos y los hospitales están más acostumbrados a tratar cornadas y lesiones taurinas. En concreto, el torero está internado en la clínica Niza Aljarafe.
Como se sabe, el joven novillero peruano fue cogido por el último astado de la novillada en Villaseca de la Sagra, un complicado santacoloma de Flor de Jara, al que se empeñó en meter en muleta, lo que finalmente consiguió y al que le cortó una meritoria oreja, la segunda que se le concedía en dicho festejo.
A pesar de la cornada y la fuerte lesión en la mano, Andrés tuvo la entereza de recoger la oreja y ser ovacionado por el público. La novillada era televisada y los televidentes de todo el mundo pudieron apreciar la capacidad lidiadora del peruano, su valor y las ganas indesmayables de triunfo que posee.
Roca Rey sufrió una cornada en la pierna, de 18 centímetros de longitud, pero limpia, aunque ese era el menor de los problemas. En diez días le podrán quitar los puntos de esa cornada y estará listo para recibir la alternativa, dentro de solo 12 días, en Nimes −el 19 de setiembre− de manos de Enrique Ponce.
De acuerdo con el parte médico emitido en la Enfermería de Villaseca de la Sagra, Roca Rey presentaba "herida por asta de toro en cara interna tercio medio muslo derecho de 18 centímetros con una profundidad y dirección hacia arriba y afecta a los abductores. Se le ha hecho una limpieza de la herida, un friedrich y se le ha dejado drenaje. Se aprecia también posible lesión en el dedo de la mano izquierda, pendiente de estudio radiológico. Trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo". Una vez ingresado en el centro toledano, el torero pidió el alta voluntaria y se trasladó a Sevilla.
Lo que preocupaba a todo el mundo era la posibilidad de una fractura en el escafoides, el hueso en la base del pulgar de la mano izquierda. De haberse confirmado dichas sospechas iniciales de los médicos de la plaza, a Roca Rey le hubiera quedado comprometida la movilidad de la muñeca y ello le hubiera quizá impedido tomar la alternativa el día 19.
Pero las radiografías no han sido suficientemente reveladoras y ni se le ha hinchado la mano, ni se ha formado un hematoma, síntomas habituales de la fractura del escafoides. Finalmente, el diagnóstico es el de “posible fisura” del primer metacarpiano, el hueso que es la prolongación del pulgar de la mano izquierda.
En la mañana del martes se le realizaron las nuevas pruebas, según las cuales Roca Rey sufre una fractura en la base del primer metafisis del metacarpiano de la mano izquierda. El doctor Domingo Jiménez Álvarez, que le atiende, ha recomendado un reposo absoluto con la mano inmovilizada y un seguimiento continuado, mediante nuevas pruebas para valorar la evolución de la lesión ósea. Por otro lado, la cornada en el muslo derecho, la herida presenta buen aspecto y los puntos de sutura serán retirados en aproximadamente ocho días.
Dentro de la mala suerte, parece haber habido buena suerte y todo indica que Andrés estará –aunque aún recuperándose y con la cornada todavía parcialmente abierta− en su alternativa en Nimes.
La lesión sufrida por Roca Rey muy probablemente pudo evitarse. Hubiera bastado que con ese novillo santacolomeño, que dejó claras sus dificultades desde el principio, se hubiera aliviado. A todo el mundo le habría parecido algo normal y cotidiano. Y más cuando se está en el tramo final hacia su doctorado. Pero Roca Rey no se quiso aliviar, si que desde el principio fue a poderle a su enemigo, a someterlo con la muleta, pese a sus embestidas inciertas. En el fondo, lo que estaba haciendo era dar la medida de su afán por ser torero.
Ahora, como consecuencia del percance, perderá las cinco novilladas consecutivas que tenía contratadas antes de la alternativa, para la que se levantaría de la cama, si sigue la evolucion poisitiva sobre la lesión en la mano y la herida del muslo derecho sigue su curso normal.
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