El torero Luis Miguel Farfán Marín, de 24 años de edad, falleció el pasado domingo a consecuencia de la grave lesión abdominal que sufrió al ser empitonado por un astado en la localidad yucateca de Maní.
Según informó la Fiscalía General del Estado (FGE) en un comunicado, el torero murió desangrado ante la perforación de las vísceras causadas por el asta del animal que toreaba, durante la fiesta que se celebraba en Maní.
El hermano del torero fallecido, Carlos Farfán Marín, identificó el cuerpo y manifestó que en un descuido Luis Miguel fue cogido por el animal, justo en el abdomen.
De acuerdo con la Fiscalía, el torero fue trasladado de manera inmediata al Hospital General Escuela “Agustín O’Horán”, de Mérida, donde posteriormente perdió la vida.
El dictamen médico estableció que la causa de la muerte fue un choque hipovolémico secundario a perforación de vísceras toraxicoabdominales por cornada de toro.
De acuerdo con familiares del torero fallecido, en un descuido Luis Miguel fue embestido por el toro y levantado por los aires, provocando que el cuerno se le introdujera a la altura del corazón. El torero se levantó y se refugió en un burladero. Uno de sus hermanos, también torero, lo auxilió y con sus compañeros lo sacaron de la plaza.
Fue trasladado al Centro de Salud de la población, pero por la gravedad de la lesión fue enviado al hospital O’Horán, donde falleció.
La noticia causó consternación en el municipio de Sacalum, ya que la familia era conocida como “Los Chivos”, y desde hace muchos años forman parte de la cuadrilla de toreros de la región.
Ayer familiares y amigos esperaban el cuerpo para que sea velado en su humilde vivienda. Hace cuatros años su hermano mayor, Reyes Farfán, fue corneado también en Maní, donde sufrió graves heridas en la cara.
Maní es una pequeña localidad agrícola y ganadera que data del siglo XIV y forma parte del estado de Yucatán
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