Reflexiones taurinas de Semana Santa

por | 7 Abr 2015 | Tribuna Abierta

El invierno ya está en el retrovisor, la primavera ha llegado, y con ella la temporada taurina. Hemos disfrutado de los aperitivos invernales en Valencia, Olivenza y Valdemorillo, pero la vorágine de la temporada empieza en primavera y, concretamente, durante la Semana Santa.

Más que  buen número de espectáculos la mejor noticia de la semana es que han habido notables entradas a la mayoría de las corridas. Esperemos que esto sea síntoma que la crisis económica hará menos mella en el devenir de la temporada y que veamos más corridas (un reducción de festejos era necesaria después de la burbuja de los primeros años del siglo, pero el bajón ha sido abrupto, dramático y nefasto) y mejores entradas. Además, las buenas entradas son una pequeña muestra de que, a pesar de la ofensiva anti-taurina, cada vez más presente, la gente todavía tiene ganas de toros, siempre y cuando se le presente con un espectáculo atractivo.

La semana se ha centrado dos corridas que mostraron dos facetas completamente diferentes de la fiesta: Domingo de Ramos, lleno en Madrid para ver Iván Fandiño en solitario con encaste minoritarios, y Sábado de Gloria, lleno en Málaga para ver las figuras con los Domecqs. Ya sabemos que ambos espectáculos no tuvieron el resultado esperado, pero la importancia era ver esas dos plazas llenas, ver a esos dos públicos con ganas de ver toros y de disfrutar de la fiesta. Además, Las Ventas pudo vibrar con la lidia de un toro de José Escolar, mientras que Miguel Ángel Perera conmocionó a la Malagueta con un faenón jugándose las femorales y mostrando que el cetro del toreo todavía pasa por él.

Sin embargo, no quisiera reducir la entera Semana Santa taurina a solo estos dos festejos. Por suerte, la geografía taurina de Europa ha vibrado esta semana con todo tipo de festejos. En Hellín, los amantes de la diversidad de encastes se dieron cita con una buena y variada corrida de Prieto de la Cal, en la cual sobresalió el sentido lidiador de Javier Castaño y el sexto veragua, premiado con la vuelta al ruedo. Mientras que un buen número de espectadores en Benidorm y Cabra pudieron disfrutar con dos festejos más populistas, pero no menos válidos, en los cuales cada uno de El Fandi, Castella, Padilla, Finito y Abellán mostraron su tauromaquia y sus armas ante la nueva temporada.  

La feria principal de la semana, Arles, nos dio más alegría y más variedad, en fin, más pruebas que la fiesta sigue viva en la primera semana de la primavera. Los aficionados del coliseo tuvierón el placer de ver un buen santa coloma de Rehuelga premiado con la vuelta al ruedo y su matador, el novillero Lillian Ferrani, cortar las dos orejas. Además, en la corrida vespertina del sábado triunfo un Garcigrande, así mismo premiado con otra vuelta, y un excelente Manzanares, que cortó un rabo.

Así pues, durante toda la semana santa hubo buen toreo para mojar el apetito para hoy, Domingo de Resurrección, un día que tiene un sabor especial para el aficionado, y más si está en Sevilla ¡El toreo resucita en resurrección! Pero, como todo esta semana, hoy han habido toros por todas partes, desde Madrid a Arles, y desde Aignan a Zamora. Y, como no podía ser de otra manera, han habido buenas entradas en consonancia con el espectáculo que se presentaba.

Solo pude seguir la tarde a través de la radio y las redes sociales, hubiera preferido estar en una plaza, pero hasta por la radio la música de La Maestranza me puso los bellos de punta. Tarde de expectación ¿se cumpliría el refrán y sería una decepción? Por fortuna hubo interés en cada plaza. Los aficionados se nos colma la ilusión cada vez que vemos un cartel y nos imaginamos a los tres toreros triunfando. En realidad ese resultado ocurre demasiado poco, así que los realistas nos conformamos con ver un puñado de buenos detalles de toreo bueno y una que otra faena completa.

Está tarde pudimos volver a los años ochenta con el triunfo de Espartaco en Sevilla mientras que Eugenio de Mora nos volvió recordar porque depositamos tanta fe en el allá por el año dos mil. Volviendo al 2015, Victor Barrio y Borja Jímenez, que tanto nos gustaron en Valdemorillo, mostraron otra vez más que hay cantera y que los empresarios deberían abrirles paso.

El lector se puede pensar ¿porque has hecho este breve repaso a la Semana Santa taurina? Como el seguramente lector habrá podido leer, el lado bipartidista del toreo ha florecido entre los que prefieren un espectáculo con encastes minoritarios y los que reivindican la fiesta de Domecqs y figuras. Partes interesadas de ambos bandos han vertido contra el otro por las redes sociales, ese campo de batalla del siglo veintiuno, y desde sus portales. Las dos partes han enfocado Las Ventas y Málaga, por un lado se ha escrito que el fracaso de Fandiño y el “torismo” es una prueba fehaciente que esos toros no embisten y esa fiesta está abocada al fracaso, mientras que otros han visto en Málaga la encarnación de todos los males de la fiesta.

Ni tanto ni tan calvo. No hay una fiesta verdadera y otra falsa, hay toros y punto. Como hemos visto esta semana, hay posibilidades de triunfo y fracaso en cada tipo de corrida – la clave es hacer un buen trabajo, programar una corrida de interés con toros (del encaste que seas) bien seleccionados y toreros con proyección. Además, mientras el aficionado debate entre sí sobre el tipo de fiesta que quiere, el anti-taurino no discrimina, quiere acabar con todas.

Por supuesto, es divertido y necesario debatir el devenir del toreo, y no queremos caer en un todo vale “por el bien de la fiesta”. Sin embargo, este dialogo entre taurinos debe de estar regido por el respeto entre nosotros. Aferrarse bando de una fiesta u otra es perderse en una guerra civil cuando el invasor se nos viene encima.

Esta beligerancia entre nosotros la deberíamos reservar para los taurinos que ignoran los problemas estructurales de la fiesta y se resisten en vertebrarla. Además, podríamos dirigir un poquillo de ella hacia los anti-taurinos que están acampados afuera de nuestras plazas para lanzar insultos y piedras desde sus trincheras. Y, porque no, un último palo a la autoridad que trata al aficionado como un ciudadano de segunda y nos expone a la ira de los antis cada vez que nos acercamos a una plaza. (Como siempre, le tengo envidia sana a la actitud francesa para y con los manifestantes anti, mientras que en España una fiesta desorganizada deja al aficionado que organice sus propias peticiones para alejar a los antis de las plazas y franceses toman medidas jurídicas).

Discutir entre nosotros de una forma destructiva es olvidarse del contexto en el cual nos ha tocado vivir nuestra afición. Así que, resaltemos lo bueno de la fiesta, así fiesta, sin etiquetas: el resucitar del toreo para otra temporada, los astados de Prieto de la Cal, Rehuelga y Garcigrande, los triunfos de Espartaco, Manzanares y Castaño y, sobre todo, que en este año 2015 todavía hay mucha gente que va a la plaza, ve corridas por la televisión, escuchan a la radio taurina y leen de toros por internet. Además, tenemos una pequeña victoria que celebrar contra el avance anti-taurino, una plaza llena en Padrón, Galicia.   

Apóyanos compartiendo este artículo:
Taurología

Taurología

Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.