«Rafaelillo» cuaja una gran faena a un buen toro de Miura

por | 7 Jun 2015 | Temporada 2015

MADRID. Vigésimo novena y última de la feria de San Isidro. Casi lleno. Toros de Miura, de gran presentación muy en el tipo propiamente miureño,  problemáticos y de poca fuerza y casta, excepto el 4º y en menor medida el 6º, que tuvieron nobleza y más recorrido. Rafael Rubio "Rafaelillo” (de fucsia y oro), silencio y vuelta al ruedo tras un aviso. Javier Castaño (de blanco y oro), silencio y silencio. Serafín Marín (de azul celeste y oro), silencio y silencio.

Parte facultativo de Marco Galán‘herida por asta en escroto que produce contusión y evisceración del testículo izquierdo. Puntazo corrido en pierna izquierda. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Pasando al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia”.

Iba la semana torista camino del abismo total, cuando saltó al ruedo “Injuriado”, un cárdeno de Miura con 606 kilos a los lomos, para salvar la honra de del gremio del torismo, que en este sanisidro ha dejado muchísimo que desear. Para que no hubiera dudas que fue la Casa Miura la que les salvó del naufragio luego como 6º salió “Arenoso”, que sin llegar al anterior ya era otra cosa, además tener el privilegio de ser el toro número 195 y último de los que en 2015 salieron por los chiqueros.

Con estos dos toros, especialmente con el 4º, se quebró la racha pésima de las corridas toristas del serial madrileño, en la que ni los que se tienen como apuesta más a seguro, respondieron en una medida siquiera fuera mínima. La corrida fue miura hasta en las miradas. Toros largos, altos, con gaita y con mucha cara; toros de los que miran al interior del callejón sin necesidad de alargar el cuello. Los tres primeros, calcaditos ellos, llevaron la decepción a los tendidos: no tenían fuerza alguna, sino que parecían cogidos muy con alfileres. La segunda parte fue como si nos metiéramos en una ducha escocesa: el 4º arregló el clima, que el 5º desarregló y que el 6º estuvo en un tris de volverlo a arreglar.

Como si quisiera espantar cualquier duda, “Rafaelillo”  había apostado a ciegas por el 4º al recibirlo con una larga de rodilla. Y algo le vio, porque hizo que lo midieran en el caballo, como no se había hecho en los anteriores. Entre eso y su nobleza de natural, le brindó a “Rafaelillo” una ocasión que el murciano no desaprovechó. En especial sobre la mano izquierda, dejó naturales espléndidos, hondos, lentos, templados y hasta garbosos; vamos, como los que las figuras le dan a cualquier toro predecible, solo que el ruedo estaba un miura que se sabía miura.

Una faena verdaderamente rotunda, que había comenzado con unos toreros muletazos con las dos rodillas en tierra. Las Ventas vibraba como en las ocasiones grandes y la figura  de Rafael se agrandaba, cuando montó la espada y muy por derecho, ¡ay!, dejó un pinchazo arriba. Y luego otro. Y luego, a la tercera, un señor espadazo, que si hubiera sido de primeras lo ponía en el pórtico de la Puerta Grande. Ni la clamorosa vuelta al ruedo le arreglaba a “Rafaelillo” el inmenso desconsuelo que llevaba dentro.

Con el que abrió la tarde poco podía hacer. El miura debió ser reenviado a los corrales con sello de urgencia, pero la Presidencia lo mantuvo. “Rafaelillo”, solo pudo apuntalar lo suficiente al miura para que le permitiera entrar a matar.

“Arenoso”, el que bajó el telón de la feria, también llevaba dentro sus posibilidades, menos que su hermano y con mayor grado de exigencia; pero las había, especialmente por el pitón derecho. Serafín Marín comenzó su lidia animoso, pero luego sobreabundó en muletazos en la misma medida que se producían altibajos de calidad, mientras que el de Zahariche se iba rajando paso a paso, hasta que se acabó el toro, la tarde y la feria. Con el 3º de la tarde, imposible todo intento: ya del caballo, donde se le pegó con ganas, salió  rendido. No tenía vida para explicarnos el buen grado de nobleza que había traído de la dehesa.

Javier Castaño tuvo un lote muy complicado y sin margen alguno para el toreo. Por más que el salmantino estuviera insistente, allí había muy poquito que hacer.

Apóyanos compartiendo este artículo:
Taurología

Taurología

Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *