Con la nueva mayoría de gobierno y su traslación a los órganos directivos de RTVE, todo eran esperanza de que la cadena pública iba a recuperar los toros para su programación. Hoy, ocho meses después, estamos como nos encontrábamos en la etapa anterior.
Alguno podrá decir, y puede que tenga razón, que con los dichosos recortes no quedan dineros públicos para retrasmisiones taurinas. Pero que estábamos en una etapa de vacas flacas para la economía ya se sabía cuando la nueva clase dirigente hacía estas proclamas bien intencionadas, pero que luego no se han visto materializadas. Y eso que en RTVE se modificaron las normas internas que impedían ofrecer toros en directo, por criterios de protección a la infancia, que por cierto son los criterios más conculcados por la generalidad de los canales que pueden sintonizarse en nuestro país.
Frente a las dificultades económicas, habría que recordar las declaraciones rotundas del G-10, ofreciendo facilidades económicas para que los toros aparecieran en directo en TVE en una docena de corridas de primer nivel. ¿Qué fue de aquel ofrecimiento? En las hemerotecas está, pero en la realidad práctica brilla por su ausencia.
Pero sin acudir necesariamente a las retrasmisiones en directo, que tienen un mayor costo, nada impedía que esas buenas intenciones de los nuevos responsables públicos se hubieran plasmado en un adecuado tratamiento de la información taurina en los medios del Estado. Al margen del programa especializado “Tendido Cero” –relegado a la segunda cadena–, en lo que va de agosto, si los toros han aparecido en la pequeña pantalla han sido mayoritariamente para ofrecernos imágenes trágicas, casi nunca para reseñar una gran tarde de toros. Y además se han ofrecido ocasionalmente, nunca para dar cuenta de lo que es el desarrollo de la temporada. Y mira que estamos viviendo acontecimientos importantes.
Incluso en algo más inmediato y sencillo: el mítico programa “Clarín” –un emblema histórico de la radiodifusión taurina– continúa relegado a Radio 5 en RNE y reducida sus emisiones a la noche del domingo. Aquella costumbre, que era taurinamente tan importante, de ofrecer todos los días en torno a las 10 de la noche el noticiario taurino, sigue sin reponerse. No parece tan problemático con los medios actuales y con la implantación nacional que tiene la cadena pública, que un programa de esta naturaleza, de escasos 5 minutos, resulte imposible de editar y difundir.
Pues por lo visto es de imposible emisión. De esta forma, los aficionados debemos acudir, gracias a los nuevos medios online, a conectarnos con Radio Andalucía Información, que es la única que atiende en tiempo y forma la actualidad taurina y además con carácter nacional.
En suma, ni en la Radio, ni en la Televisión publicas se han cumplido por ahora las promesas y las expectativas creadas en su día. La Fiesta sigue en la marginalidad. ¿O es que acaso para sacarla de ahí también será necesario que lo diga la Comisión que asesora al ministro de Educación y Cultura?
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