Pepe Luís Vázquez, memoria viva del toreo eterno

por | 12 Ago 2015 | Retazos de Historia

Toda la afición taurina tenía depositadas grandes esperanzas en el diestro que el 15 de agosto de 1940 se convertía en matador de toros en la plaza de su ciudad. Pepe Luis Vázquez llegó a la alternativa con un bagaje considerable, pues había toreado unas 120 novilladas, cosechando importantes éxitos en cosos como Sevilla, Madrid, Zaragoza ó Salamanca. Sin embargo, lo que más llamaba la atención de los públicos eran su inteligencia preclara para advertir nada más pisar el ruedo las condiciones de las reses y el conocimiento absoluto de los resortes de la profesión. Pepe Luis fue, sin duda, la gran figura de la posguerra junto a “Manolete”, y uno de los toreros esenciales para entender la historia del toreo.

Parte de la sabiduría que evidenciaba delante de los animales la adquirió Pepe Luis en los años que estuvo de aprendiz en el matadero de Sevilla, donde su padre estaba empleado. Estudiaba con detalle las reacciones e instintos de los astados, algo que aplicó tiempo después en los ruedos cuando decidió vestir el traje de luces.

La tarde de su alternativa

Tras una brillante etapa novilleril, en la que el espada del barrio de San Bernardo había dejado entrever sus magníficas cualidades, se fija la alternativa en la Maestranza para el 15 de agosto de 1940. Preparado en los corrales se encontraba un encierro de Curro Chica, anunciándose además de Pepe Luis, Pepe Bienvenida que ejerció de padrino de la ceremonia y Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”.

“Sabihondo” era el nombre del primer toro que estoqueó en su carrera el nuevo matador hispalense, llevaba el número 99 y era de capa negra. Lo recibió de manera lucida con el capote, realizando posteriormente una faena rebosante de torería y buen gusto. La defectuosa colocación de la espada le impidió cortar algún trofeo a este ejemplar, quedando todo en una vuelta al ruedo.

El segundo cornúpeta que sorteó dicha tarde Pepe Luis se mostró más colaborador, posibilitando que el diestro sevillano cuajara una notable labor. Ésta fue comenzada, como tantas otras, con naturales, pasándose al toro de Curro Chica muy cerca. Después de finiquitar al astado, recorrió nuevamente el anillo. A pesar de no pasear ningún apéndice en fecha tan importante, el torero de San Bernardo mantuvo el buen ambiente creado entre los aficionados merced a su concepto clásico del toreo, incluso desempolvando suertes olvidadas como el cartucho de “pescao”. Este muletazo de inicio de faena lo realizó por primera vez en una novillada que tuvo lugar en el Baratillo el 29 de mayo de 1938, siendo desde ese primer instante muy bien acogido por el público.

Todo lo que ejecutaba Pepe Luis en el ruedo tenía una razón y un porqué, era un matador eminentemente cerebral que analizaba concienzudamente el comportamiento de los animales desde que saltaban al redondel. Por tanto, no se trataba tan sólo de un torero artista sino que dominaba a las reses a base de quietud y pureza tanto con el capote como con la muleta, logrando una perfecta unión entre técnica y arte.

Esa misma temporada de 1940 –el 20 de octubre– confirmó su doctorado en Las Ventas, en una corrida organizada en honor del jefe de la Gestapo, H. Himmler, que se encontraba de visita en España. La corrida preparada al efecto era de Escudero Calvo, saliendo en primer lugar “Carmoneño”, nº 21, de pelo negro, ejemplar con el que se presentó como matador de alternativa en el coso venteño el espada sevillano. Quien años después sería su apoderado, Marcial Lalanda, fue quien le cedió dicho toro, completando la terna Rafael Ortega “Gallito”. A pesar de que únicamente pudo lidiar un toro a causa de la lluvia, el público que se dio cita en la plaza de la calle Alcalá vislumbró las extraordinarias virtudes que atesoraba el reciente matador. Su capote dibujó verónicas sublimes y una media de categoría, y su comienzo de faena por naturales fue primoroso.

Cabe mencionarse en este punto la estrecha relación que mantuvo Pepe Luis Vázquez con la vacada de Miura, no rehuyendo en ningún momento anunciarse con el mítico hierro ante las aficiones más exigentes, caso de la Maestranza de Sevilla donde llegó a estoquear, tan sólo en el serial de primavera nueve corridas de la divisa verde y grana, logrando destacados éxitos. Uno de los más importantes aconteció precisamente en el debut del diestro hispalense en el ciclo abrileño correspondiente a 1941, al pasear las dos orejas de su primer antagonista.  

Tardes históricas del toreo

La monumental madrileña fue escenario de algunas de las obras cumbres de Pepe Luis, como la firmada el 18 de octubre de 1942, día de la retirada de Marcial. Su actuación fue deslumbrante, con un protagonismo especial, nuevamente, de la mano zurda, eje sobre el que pivotaba la parte central de sus trasteos. Pero, sin lugar a dudas, si hay una faena grabada con letras de oro en los anales de Las Ventas, es la que cuajó a “Misionero”, un cornúpeta de la ganadería de Castillo de Higares el 17 de mayo de 1951.

Otras aficiones también tuvieron la fortuna de gozar durante estos años de la excelsa tauromaquia del “Sócrates de San Bernardo”, como la del coso del Baratillo, la de Aranjuez ó la vallisoletana. En la ciudad andaluza ejecutó un espléndido trasteo el día del Corpus de 1948; en el Real Sitio dio un auténtico recital de toreo el 30 de mayo de 1949 frente al toro “Correcostas” de Carlos Núñez y en la castellana realizó la que, según sus propias palabras, fue la faena de su vida. Ésta aconteció en la feria septembrina de 1951, gracias a las excelentes embestidas que le brindó un animal del hierro del Marqués de Villagodio. El propio diestro le confesó al periodista Vicente Zabala que al concluir su labor se hallaba completamente extasiado, sonámbulo, sin darse cuenta de lo efectuado, hasta que las felicitaciones de sus compañeros de terna en aquella jornada, Luis Miguel Dominguín, Manolo González y “Litri” consiguieron volverlo en sí.

En 1953 Pepe Luis Vázquez abandonó los ruedos, si bien no fue de forma definitiva ya que seis años más tarde regresó para trenzar casi una veintena de paseíllos. La última tarde que vistió el chispeante fue la del 20 de septiembre de 1959 en la plaza de la capital de España, acartelado junto a su hermano Manolo y Curro Romero.

Aunque cuando estaba en activo ya logró el reconocimiento de la inmensa mayoría de cada uno de los estamentos que conforman la Fiesta, con el paso del tiempo la figura del rubio torero hispalense se ha ido agigantando, valorándose mucho más todo lo que llevó a cabo ante las reses. En 1998 obtuvo, seguramente, una de las distinciones más significativas, como fue la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Durante la feria de San Isidro de 2002 se le descubrió un azulejo en la monumental de Las Ventas. En abril de 2005 fue la ciudad que lo vio nacer, Sevilla, la que le concedió diversos galardones, resaltando entre todos ellos el honor de poseer una escultura frente a la Maestranza, ejecutando su recordado pase del cartucho de “pescao”. El último de los premios que se le otorgó a Pepe Luis Vázquez que merece ser subrayado es el que la Asociación Taurina Parlamentaria tuvo a bien concederle en 2013.

Una tauromaquia basada en el conocimiento del toro de lidia

La tauromaquia del diestro de San Bernardo aunaba el poderío, la gracia, el dominio y el garbo, todo cimentado en un conocimiento absoluto de los animales que salían por chiqueros. En esto Pepe Luis prosiguió con la línea trazada años atrás por “El Rey de los Toreros”, como llamó en su libro Paco Aguado a José Gómez Ortega. Su toreo de capote ocupa un lugar privilegiado junto al de los mejores intérpretes de la historia. Ejecutaba la verónica y la chicuelina con la difícil facilidad de los elegidos, con un sello muy personal, siempre pura y profunda. Acerca de su toreo con el percal afirma el gran crítico taurino Pepe Alameda que “no había visto a nadie torear de capa con menos esfuerzo, sin molestar al toro”.

El basamento sobre el que se edificaban sus trasteos era el clasicismo, tanto de fondo como de formas. Jamás hizo ninguna concesión a la galería, a lo superfluo, prefiriendo en cualquier caso el natural al derechazo, perfectamente ligado al de pecho. Buscaba en todo cuanto efectuaba la armonía y la cadencia, incluso en los adornos con los que salpimentaba sus faenas. El equilibrio y la medida fueron siempre dos de las características fundamentales de las obras más sobresalientes del matador hispalense.

Aunque transcurra el tiempo el mayor de los hermanos Vázquez Garcés estará siempre de actualidad, puesto que su concepto del toreo es eterno. Pepe Luis falleció el 19 de mayo de 2013 a la edad de 91 años.

© Carmen de la Mata Arcos/2015

BIBLIOGRAFÍA.
Abella, Carlos: “Historia del Toreo (2). De Luis Miguel Dominguín a “El Cordobés”. Alianza Editorial. Madrid, 1993.
Cossío, José María de: “Los Toros. La Historia”. Tomo 5. Editorial Espasa Calpe. Madrid, 2007.
Cossío, José María de: “Los Toros. Inventario Biográfico”. Tomo 20. Editorial Espasa Calpe. Madrid, 2007.
Cossío, José María de: “Los Toros. Crónicas. 1931-1941”. Tomo 27. Editorial Espasa Calpe. Madrid, 2007.
Cossío, José María de: “Los Toros. Crónicas. 1942-1947”. Tomo 28. Editorial Espasa Calpe. Madrid, 2007.
Cossío, José María de: “Los Toros. Crónicas. 1948-1980”. Tomo 29. Editorial Espasa Calpe. Madrid, 2007.

HEMEROTECA.
Aguado, Paco: “Pepe Luis Vázquez: Atenas en San Bernardo”. Figuras del siglo XX, nº 56. Revista 6 Toros 6, nº 242, 16 de febrero de 1999.
Castañares, Antonio: “El fondo del arte de Pepe Luis”. Sección “Momentos estelares de la tauromaquia”. Revista 6 Toros 6, nº 583, 30 de agosto de 2005.

PÁGINAS WEB.
www.bibliotecadigital.jcyl.es
www.hemeroteca.abc.es

La autora:
Carmen de la Mata Arcos es  Licenciada en Historia  y diplomada del XI Curso de Periodismo Taurino "Fundación Wellington". Obtuvo también el titulo de Experto Universitario en el Curso de "Dirección de Espectáculos Taurinos" impartido por la Fundación UNED. Colabora como corresponsal en el programa "Carrusel Taurino" de Canal Sur Radio desde la temporada 2010. Ha publicado diferentes trabajos en la revista taurina "6 Toros 6" y en el portal  "El Rincón Taurino", entre otros medios.

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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