La intervención quirúrgica a la que ha sido sometido el matador de toros y ganadero José Ortega Cano se ha prolongado por espacio de casi seis horas y media – y ha consistido primordialmente en la fijación de las múltiples y graves fracturas que el torero tenía en el citado tobillo izquierdo como consecuencia del accidente que sufrió el pasado día 28 de mayo cuando se dirigía a su finca "Yerbabuena", en el término municipal de Castiblanco de los Arroyos.
En la intervención también se ha procedido a fijar el fémur, que ya fue tratado en la primera de las operaciones. En la intervención no se ha producido ninguna anomalía a pesar de la duración.
Asimismo, por el momento no se le ha realizado la traqueotomía, como en un principio se pensó, ya que los médicos que le atienden consideran que el torero lleva demasiado tiempo intubado.
Por otra parte, el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla que investiga el accidente de tráfico saldado ha ordenado al Instituto Nacional de Toxicología que analice la muestra de sangre perteneciente al ganadero al objeto de determinar si en la misma hay restos de alcohol, droga "o cualquier otra sustancia que pudiera haber influido en su conducción", según informa Europa Press.
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