No es premonición, sino anécdota: el Rey que prohibió los toros preside el despacho de Felipe VI

por | 21 Jun 2014 | Reportajes

No es una premonición, sino una anécdota: al redecorar el despacho real, Felipe VI ha decidido que lo presida un retrato de Carlos III (1716-1788) uno de los grandes protagonistas de la historia de la Corona de España, el “mejor alcalde de Madrid”, pero también el Rey que sancionó la Pragmática de 1785 por la que prohibió en todo el reino la fiesta de los toros, un criterio que, por cierto, no había compartido su primera esposa, la Reina Amalia.

Como el resto de los elementos que componen la nueva decoración del despacho de Felipe VI, faltará tiempo para que a cada elemento se le busque su razón de ser, para otorgarle una interpretación determinada. De toda lógica resulta que lo haya personalizado con fotografías que tienen su propio valor familiar. Pero lo mismo ocurre con el resto de los elementos. Seguro que, por ejemplo, detrás de la escultura en bronce del “barquito de papel” también hay una historia personal.

A la hora de buscar estos por qué, tan de orden personal e incluso sentimental, es posible que no pase desapercibido la elección que ha hecho para el lugar de honor de su despacho. En este sentido, no se puede considerar que conceder el lugar preferente de su estancia de trabajo a la figura Carlos III de Borbón sea premonición de nada sobre la posición de Felipe VI respecto a la Tauromaquia. Entre otras cosas porque reducir el reinado de Carlos III a esa decisión frente a los toros resulta tanto como minimizar  en extremo su figura y su reinado, que marcaron toda una época de la historia de España.

La lógica lleva a pensar que, en realidad, Felipe VI habrá pensado más en la grandeza de su antecesor en el trono que en la Tauromaquia. Por eso la coincidencia no deja de ser una anécdota. Como tampoco nada tenía que ver con la Tauromaquia el hecho que don Juan Carlos I quisiera que su despacho lo presidiera el retrato de Felipe V, otro ilustrado que nunca entendió la Tauromaquia.

Hace ya muchos Antonio Burgos escribió uno de sus recuadros dedicado a la ausencia de la Reina Sofía en la plaza de Sevilla, acompañando al Rey. Si hay alguien que tiene una limpia y desinteresada relación con la Corona es Burgos, desde los tiempos en el que las siglas “V.E.R.D.E.” significaban mucho más que un color; en realidad era como se resumía un grito entonces prohibido: “Viva el Rey de España”. Sin embargo, con el artículo se formó toda una polémica, a favor y en contra, unos porque no lo supieron entender, otros porque no podían dejar de aprovechar que “como el Pisuerga pasa por Valladolid….”.

Estas alturas del siglo XXI estaríamos de nuevo ante una falsa polémica si ahora por un retrato de más o menos se comenzaran a buscar razones antitaurinas. Para el Rey reinante la Tauromaquia no es precisamente su afición predilecta; pero como es buen conocedor de la realidad social del país y de su historia, le guste más, menos o nada, no va a cometer el error de olvidarse que el Arte del Toreo forma parte de nuestra cultura y de nuestro patrimonio. 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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