BARCARROTA. (Badajoz). Cuanto toros de Fuente Ymbro (Ricardo Gallardo), correctos de presencia, encastados pero de juego desigual y exigentes; al 3º se le premió con una generosa vuelta al ruedo. Miguel Ángel Perera (de canela y oro), ovación y dos orejas. José Garrido (de rioja y oro), una oreja y una oreja. Medio aforo del permitido por la pandemia.
Incidencias: Excelente labor con el capote y los palos de Antonio Chacón.
Hay una cierta mecánica en la lidia que, por ejemplo, convierte en norma que en plazas que no son de primera los toros, sean como sean, sólo entren una vez al caballo. En las artes las mecánicas nunca son buenas. Sin ir más lejos, si hoy a los toros 3º y 4º se les hubiera llevado por segunda vez al piquero, no habrían llegado tan ásperos a la muleta. Y eso que, rara avis, era en una plaza en la que, tanto el jueves como el viernes, la afición valoró y aplaudió cuando al picador hizo bien la suerte.
Miguel A. Perera ha estado exactamente en plan perera, como si estuviéramos en una feria mayor. Por eso, compaginó su toreo largo y por abajo con dos de sus arrimones finales metido entre los pitones. Más meritoria su labor en su segundo turno, que el fuenteymbro desde mediada la faena pedía el carnet de identidad; pero el torero lo sometió. En el que abrió la función su aplaudida faena se enturbió con los aceros; al 3º, en cambio, le recetó una eficaz media lagartijera.
Aunque con dos toros que no acabaron de romper, José Garrido siempre deja constancia de sus buenas formas de entender el toreo. Variado con el capote, buscando el temple con la muleta. Y siempre muy entregado. En ambos, muy decidido con la espada.
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