“Todo lo que soy, que va mucho más allá de todo lo que tengo, se lo debo al toro”. Dice de sí mismo Miguel Ángel Perera (Puebla del Prior, Badajoz, 1983), cuando se han cumplido ya 10 años de alternativa y pasaron hasta 15 desde que por primera vez toreó en público, en agosto de 1999, en Baños de Montemayor. Una juventud, la única que un hombre tiene en su vida, entregada por completo al toreo.
Pero a continuación asegura que “me esfuerzo día a día por ser mejor. No hay descanso. Y, cada día, más afición”. Quizá ahí radica su trayectoria, arriesgadamente ascendente desde el primer día, incluso desde antes de que debutara con caballos en la plaza donostiarra de Illumbe, en febrero del año 2002, y que vino a confirmarse de una manera rotunda cuando el 6 de junio de 2004 debuta en Las Ventas y abre la Puerta Grande, después de cortar tres orejas. El camino quedaba expedito para dirigirse directamente hacia la alternativa, acontecimiento para el que eligió la plaza de Badajoz, con El Juli como padrino.
Refrendada su posición en el toreo en Madrid y Sevilla en la temporada de 2005, durante el año siguiente se anota hechos muy singulares, entre ellos las 4 orejas en la feria de San Isidro y su encerrona épica también en Madrid por el 3 de octubre, la de las tres orejas y las dos cornadas.
Cerrada la temporada del 2006, en su camino se cruza un hombre independiente que, a nuestro entender, luego ha resultado decisivo: Fernando Cepeda, matador de toros, licenciado en Derecho, recién retirado de los ruedos, pero sobre todo con una concepción del toreo tan pura que era digna de ser enseñada por quien pudiera entenderla en toda su profundidad. El paso del tiempo ha confirmado que aquello no fue un simple “matrimonio de conveniencias”, aquello resultó ser la conjunción necesaria de un torero y un apoderado dispuestos a caminar con firmeza. Vista a día de hoy, cuando Perera se ha convertido en el torero más importante y regular de todas las ferias, cuando además se ha ganado por completo a la afición, la realidad nos enseña que ambos acertaron.
Con este Miguel Ángel Perera hablamos, cuando su temporada en España ha llegado a su fin, que en América aún le quedan México DF y Lima. Pese a la crisis y a todas las demás circunstancias, ha sido el año de su consagración definitiva, la del reconocimiento general. Y hablamos tranquilamente, no ya sobre los asuntos diarios de un torero, sino sobre su concepción del toreo, sobre todas esas cuestiones básicas que hace que el toreo sea un Arte grande, a pesar de todos los pesares.
“El nivel de 2012 y 2013 fue muy bueno. Gracias a Dios, este año ha sido rotundo”
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–A lo largo de esta temporada ha venido dando una dimensión que le hace ser el torero del momento, el que mayor regularidad viene demostrando. ¿En qué entiende que se basa esta etapa tan importante?
–Visto lo ocurrido en 2014, ¿cómo le gustaría que fuera la temporada de 2015?
–Desde hace años optó por caminar en el toreo con un apoderado independiente. ¿Qué balance que hace de esta experiencia?
–Siempre se dijo que apostar por ganarse los contratos días a día era lo más duro para un torero. ¿Realmente es así?
–No le quepa duda. Si vas por libre, cada tarde te da el peaje para la siguiente. Además, siempre he creído que empezar una temporada con un número de corridas aseguradas te puede acomodar, y yo no tengo esa filosofía. Necesito la responsabilidad de saber que estoy donde me lo he ganado.
–Un tema puntual: ¿Para la temporada 2015 le podremos ver anunciado en Sevilla?
–Vayamos a unos temas fundamentales siempre en la Tauromaquia: ¿Cómo definiría el temple?
–¿Y la bravura?
“El toreo lo concibo como un imponerse al animal y hacerlo sin tirones, de la manera más templada posible”.
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–¿Cuál es la concepción fundamental que definiría su Tauromaquia?
–¿En su concepto del toreo, junto al temple, qué debe primar: la ligazón, la variedad, la naturalidad…?
–En su Tauromaquia qué pone por delante: ¿la responsabilidad de ser primera figura o la propia satisfacción?
–Se le ve a gusto tanto cuando toma a los toros de largo como cuándo se mete entre los pitones, pero ¿cuál es el terreno ideal que le gusta pisar?
–¿Se puede elegir un momento como aquel en el que más a gusto se siente durante la lidia?
–¿En qué elementos se fija cuando ve la salida de un toro?
–¿Como explicaría a un aficionado en qué tiene que fijarse para advertir cómo un toro va cambiando su comportamiento durante la lidia?
–¿Cómo definiría su concepto del lance a la verónica?
“Creo que es al natural donde más he madurado. Me siento muy a gusto, porque trato de alargarlo lo más posible, y muy templado”
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–Del el pase natural…
–¿Y de la suerte suprema?
–En estos años ha ido tocando todos los palos de los distintos encastes, ¿con cuál se siente más identificado?
–De su paso hasta ahora por el toreo, ¿podría destacar las tardes que considera fundamentales en su carrera?
–¿Podríamos hablar de una plaza particularmente preferida?
–Conoce mejor que nosotros que el momento actual de la Tauromaquia no es fácil para nadie y por muchos motivos. Empecemos por uno: ¿Qué importancia le concede en esta situación a la crisis económica general?
–Es una opinión común que los precios de las localidades no responden hoy de forma adecuada al estado actual de las economías familiares. ¿Es posible abaratar el precio de las entradas?
–¿Considera que ha llegado el momento de que el toreo como actividad socio-económica cambie su modelo de gestión?
“Cuando humanizas a un animal, deshumanizas al hombre. Y dudo mucho que nadie ame más a los animales que todos los que conformamos el mundo de los toros”
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–Pero junto a la económico no se puede olvidar que en ocasiones nos encontramos con climas de opinión adversos, que en muchos momentos adquieren un protagonismo que no les corresponde. ¿Cómo cree que se le debe responder a quienes se oponen a la Fiesta?
–¿No echa en falta una mayor unidad entre todos los profesionales de la Fiesta para hacer frente a la actual situación?
–En ocasiones se pide una mayor intervención de las Administraciones Públicas en favor de la Tauromaquia. ¿Qué les pediría que hicieran?
–Que se desvinculara del todo. Estar en manos de los políticos es un arma de doble filo. Ahora tenemos un gobierno que apoya la Fiesta. Pero, ¿qué pasaría si entrara otro que está en contra? No me gusta que las cosas estén politizadas. Tenemos un ejemplo: Barcelona. Es el exponente que nos hace ver cómo la política en contra del Estado la está pagando la Fiesta. Y llevamos cuatro años esperando una respuesta del Tribunal Constitucional.
►Reportaje gráfico del paso de Perera por Madrid y Bilbao. Miguel López.
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