La Comisión de Administración Pública Local de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) canceló por falta de quórum la sesión en donde se tenía previsto discutir el dictamen para prohibir las corridas de toros en la capital del país.
Legisladores del PRD pidieron se lleve el tema a una consulta, mientras que el PVEM y el PRI apoyarán acciones para proteger a los animales. Ante ello, el diputado del Partido Verde, Norberto Solís Cruz, criticó al presidente de dicha Comisión, por asumir una actitud mañosa para no entrar a ese tema que lleva dos años de análisis.
Solís Cruz recordó que desde noviembre de 2009 esta iniciativa “duerme el sueño de los justos”, por la indiferencia de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Detalló que después de un año que se mantuvo en análisis de la iniciativa se saca un proyecto de dictamen en diciembre del año pasado, pero también por falta de quórum se canceló su discusión.
“Ahora por segunda ocasión se pretende desvirtuar la atención, sugiriendo una consulta pública a un tema del cual muchas organizaciones civiles han presentado datos en donde la gran mayoría apoya la prohibición de las corridas de toros y/o la entrada de menores de edad a ellas", sostuvo.
Solís Cruz señaló que lo que realmente le preocupa al PRD es no quedar mal con ciertos empresarios, por lo que seguirá en la congeladora prohibir que los niños sean testigos de uno de los actos más violentos que existen. "Y que los toros sean lastimados para que una minoría se sienta feliz de ver como un animal se desangra", subrayó.
El diputado ecologista indicó que seguirá en la lucha incansable que realiza el Partido Verde desde hace años, y que ahora con el apoyo de los legisladores del PRI y con un gran grupo de asociaciones protectoras de animales no descansaran hasta que consigan prohibir las corridas de toros.
Adelantó que el próximo sábado, 8 de octubre, participará en la manifestación que realizará la sociedad civil organizada para expresar el rechazo al maltrato a los animales de lidia. “Ojalá que el Gobierno del Distrito Federal que se dice de vanguardia escuche este reclamo de los que sí hacen una mayoría ciudadana”, concluyó.
La jornada previa a la suspensión
Una reforma legal para prohibir las corridas de toros en Ciudad de México, donde se localiza una de las mayores y más emblemáticas plazas del mundo, será discutida este miércoles en la Comisión de la Asamblea Legislativa de la capital discutirá y votará la reforma a varios artículos de la Ley de Espectáculos Públicos “que buscan prohibir las corridas de toros en Ciudad de México”, a iniciativa, entre otros, del diputado Cristian Vargas, del Partido Revolucionario Institucional, uno de los principales promotores de la iniciativa..
“Después de que vimos que en Cataluña ya la prohibieron, en México, una ciudad de vanguardia, también vamos a prohibir la tauromaquia, que representa una cruel forma de maltrato a los animales”, declaró Vargas.
La iniciativa de reforma de la ley que regula los espectáculos en la capital será discutida y votada en la Comisión de Administración Pública, donde de obtener el voto de cinco de sus ocho integrantes se convertirá en dictamen que posteriormente debe ser votado en el pleno de la Asamblea Legislativa para su aprobación plena, lo que podría darse en dos o tres semanas.
Vargas confió en que en la Comisión se consigan los cinco votos para aprobar el dictamen ya que –dijo– que el único opositor a esta reforma es el Partido de Acción Nacional .
Según Cristián Vargas, el 70 por ciento de los asambleístas respaldan la iniciativa, por lo que prevé que sea avalada incluso en el pleno. “Somos el Panal, el PVEM, el PT, la mayoría del PRD y toda la bancada de mi partido (PRI), quienes estamos a favor de que se prohíba (…) la vamos a prohibir porque uno quiere a los animales, porque uno está en contra de que a esta plaza de toros (la México) asistan niños, cuando es una fiesta donde sólo un grupúsculo de personas de dinero asisten, sólo van a beber vino tinto y cerveza, y a fumar sus puros”, señaló el diputado, quien añadió: “Es una tradición de España, no nuestra”.
Sin embargo, por si las cosas no discurren cono el vaticina, se ha adelantado a afirmar: “Temo que en el pleno, al momento de votar, pueda ocurrir algo. Vamos a ver si el PRD y Marcelo Ebrard (el alcalde de la capital) son capaces de resistir los intereses económicos del mundo de los toros”.
Así piensa el promotor
Resulta de especial interés conocer el modo de pensar del promotor de esta iniciativa prohibicionista. Pues bien, Cristian Vargas considera que los toreros y aficionados a la tauromaquia son "psicópatas". En plan explicativo, Vargas considera que "la psicología denomina –explicó– como psicópatas a todos los individuos con algún trastorno mental y en algunos casos, éstos son carentes de empatía con otros seres vivos al grado de sentir placer o excitación con el sufrimiento ajeno.”.
"Si conocemos la actividad de un torero o de un aficionado a la tauromaquia podemos diagnosticar claramente que encajan en la psicopatía, en el tipo sádico o destructivo", dijo Vargas.
El diputado añadió que los aficionados a las corridas de toros son un "grupúsculo que tiene dinero" que gusta de ver "cómo matan a un animal".
También con una iniciativa que no resulta extraña para la afición española, Vargas ha promovido una campaña de adhesiones a su iniciativa. Para ello, solicita que se le remitan escritos de adhesión que debe enviarse a su correo eléctrónico: [email protected] mediante el siguiente texto:
Dip. Cristian Vargas Sánchez
Fracción Parlamentaria del PRI
Asamblea Legislativa del Distrito Federal
A través de la presente deseo externarle mi pleno apoyo a la iniciativa que ha presentado ante la Asamblea Legislativa del D.F., con el fin de reformar la normatividad local en materia de protección a los animales. Tengo conocimiento de que esta iniciativa plantea no sólo la prohibición de las primitivas corridas de toros, sino también de las peleas de gallos y el uso de animales tanto en circos como acuarios.
Le agradezco sinceramente su interés en estos temas, propios de sociedades éticamente evolucionadas. En México y pese a las poderosas influencias que sostienen la legalización de la tauromaquia, resulta especialmente alentador que las Comisiones de Derechos Humanos en Yucatán y Chiapas hayan emitido recomendaciones en aras a prohibir la participación de menores de edad en actividades taurinas, y que cuarenta legisladores federales hayan apoyado la salida del aire de la emisión "Toros y Toreros", que penosamente se transmite a través del canal del IPN.
Sin duda se están dando avances, y su labor en este sentido es ejemplar. Seguiré al pendiente de este tema, y de antemano cuente con mi apoyo en las acciones que emprenda para fortalecer esta iniciativa.
Atentamente,
Por otro lado, Gustavo Larios, portavoz de la organización México Antitaurino, ha señalado que "la tortura a los animales es una de las raíces de la violencia", por lo que como sociedad "debemos ir eliminando todas estas cuestiones en donde se involucran a animales para matarlos y torturarlos para una vana diversión".
Larios exige que "esta clase de espectáculos queden como el circo romano: en la historia". Y sacó a relucir un argumento ya bien conocido en España a raíz del caso de Cataluña: "hasta como negocio es bastante malo. Hay una insistencia que hemos identificado como patológica porque son grupos que tienen un poder económico importante y que por tanto, tienden a mantener su gusto, muy a pesar de que este gusto no tenga que ver con la evolución social".
Pero en esta iniciativa abolicionista también aparece implicado el portavoz del denominado Prou, el argentino Leonardo Anselmi, quien ha lamentado que en países como México se sigan practicando espectáculos como las corridas de toros o las peleas de gallos y afirmó que esta práctica "sólo genera crueldad y fomenta la violencia" en la sociedad. Se mostró convencido de que es algo que se puede cambiar, pues tanto la sociedad como el poder legislativo pueden impulsar la suspensión de las corridas de toros.
La respuesta de Heriberto Murrieta
Heriberto Murrieta, conocido comentarista de las corridas de toros para Televisa, replicó a este planteamiento calificándolo de “inaceptable”. En este sentido, ha destacado que "quienes asistimos a presenciar una corrida de toros no somos psicópatas porque no vamos a la plaza a disfrutar con el sufrimiento del animal, sino que nos sentimos atraídos por la creación artística del torero ante el toro".
Murrieta insiste en que "los toreros y los aficionados no son sádicos ni destructivos; abundan los ejemplos de seres pensantes en perfectas condiciones mentales que gustan de ‘la fiesta más culta´, como la llamó Federico García Lorca".
Por otro lado, Murrieta contrapone a los argumentos animalistas lo que define como la "veneración por el toro". “Lejos de gozar con su sufrimiento, los toreros, los aficionados y sobre todo los ganaderos, sienten respeto y admiración, casi veneración por el toro", señaló.
Murrieta entiende que "muy difícil que puedan erradicar un arte que tiene hondas raíces históricas y culturales en nuestro país. Es el espectáculo popular más antiguo de México y muchas familias viven de la fiesta a lo largo y ancho de la República".
EL UNIVERSAL: “Tradición de años no se puede borrar de un plumazo”
Sobre este tema ha escrito Abida Ventura un amplio artículo en las páginas del diario El Universidad, de México DF, en el que destaca como la fiesta brava constituye una Tradición que en México se asentó desde la época de la Conquista y que poco a poco se fue arraigando en la cultura. En este reportaje se puede leer:
“La historia de este espectáculo, –declara el torero hoy retirado Manolo Arruza — que ha evolucionado a lo largo de los siglos, se remonta a 1535, cuando se realiza la primera corrida de toros en México. En ese entonces trajeron todo tipo de ganado vacuno, lanar, porcino; Juan Gutiérrez Altamirano, que era primo hermano de Hernán Cortés, trajo aparte de caballos una selección de toros bravos, una raza navarra, y las primeras corridas que se celebran son de 1535, se dieron con el virrey Antonio de Mendoza y el propio Hernán Cortés. Se corrían los toros a caballo, se alanceaban los toros”.
“La primeras corridas se hicieron en lo que hoy es el zócalo capitalino. Se rodeaba de tablas y ahí se hacían las corridas; era un espectáculo de gran importancia. Es una tradición mexicana que después se extiende a provincia, al grado que ahora tenemos corridas de toros en Yucatán, Jalisco, Querétaro. Se extiende sobre todo a donde hay población española y se generan grandes ganaderías con toros bravos”, comenta Andrés Medina Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
Medina Hernández asegura que esta tradición, que se enraizó a lo largo de la vida colonial, en México adquirió una forma muy creativa, sobre todo a principios del siglo XX, cuando los toreros mexicanos comienzan a introducir nuevas formas de hacer las corridas.
Pero lo más importante, señala Medina Hernández , es la interpretación que los pueblos indígenas hacen de esta gran tradición española. “Algunos de los pueblos indígenas recuperan mucho de esta tradición. En Yucatán, por ejemplo, las corridas de toros están inspiradas en la tradición hispana pero reinterpretadas al estilo maya y se ha hecho de una forma tan clara que hoy en los pueblos mayas los toros forman parte de la cosmovisión maya. Así como ésta, hay muchas variantes de la tauromaquia muy ricas en México”, comenta el etnógrafo, quien lamenta que la etnografía mexicana ha descuidado la investigación sobre las tradiciones de tauromaquia y de juegos a caballo que llegan con la invasión y colonización hispanas, relacionadas con la “cultura de conquista”.
Para Medina Hernández, antes de la prohibición de esta tradición, que forma parte de varias culturas, debería hacerse una revisión más profunda. “En Cataluña se dio por un rechazo a la identidad española, pero en la experiencia mexicana creo que más bien es una moda, no veo fundamentos fuertes para prohibirla. No va más allá de responder a grupos ecologistas y que están en defensa de los animales. Creo que es un error prohibir esta tradición solamente por propaganda política”, dice.
De acuerdo con el historiador José Francisco Coello Ugalde, la idea de prohibir la corrida de toros no es reciente, sino que data de siglos atrás. “Ya en el siglo XVI, Isabel la Católica cuestionaba la actividad taurina. Pero lo que está sucediendo hoy es parte de esta visión que tiene que ver con los nuevos criterios y las nuevas formas de pensar”. El historiador de la tauromaquia en México y que además forma parte de un comité técnico que prepara una iniciativa para declarar la tauromaquia como patrimonio inmaterial y cultural de la humanidad ante la Unesco, señala que se trata de una actividad que forma parte de una costumbre muy arraigada en México. “Parece que los grupos ecologistas y los que están en defensa de los animales han olvidado que los pueblos se forman a partir de una serie de hábitos, de una cultura de usos y costumbres. No es justo que de un día para otro pretenden borrar de un plumazo estas formas de ser y de pensar de los pueblos, que tienen esta tradición muy bien arraigada, que ha tomado siglos de formación, que ha evolucionado y han adquirido nuevas formas de expresión”.
“Hay todo un aspecto con raíces muy profundas y tenemos que sentarnos a la mesa y debatir todos aquellos que están en contra y los que estamos a favor de preservar y mantener un espectáculo que todavía tiene un profundo arraigo en la cultura de ocho países (España, Francia, Portugal, México, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador)”, comenta el especialista, quien asegura que la tauromaquia cumple con los cinco puntos que la Unesco requiere para que una actividad sea declarada patrimonio inmaterial y cultural de la humanidad.
Además, señala, estos grupos se han olvidado de que es una tradición que ha creado una infraestructura y un mercado del que depende un importante número de personas. “Nadie está pensando que se atenta contra la especie del toro de lidia. El toro es un animal que está en su hábitat natural y está preparado para que en el curso de los tres años, cuando es novillo, sea destinado a la plaza de toros”, dice.
Al respecto, el ex matador Manolo Arruza comenta que “los ganaderos de las casi 300 ganaderías que hay en nuestro país están administradas por personas que arriesgan su dinero, cuidan y protegen a esta especie, que de no existir la corrida de toros, no invertirían todo lo que destinan para que esta especie siga existiendo”.
“El toreo es cultural. En la historia ha ido evolucionando. El toro bravo es una especie única en su género y la única función que en lo inmediato tiene es morir peleando en una plaza de toros. Está totalmente comprobado que en los países donde no se efectúan corridas de toros, la especie se extingue, ni siquiera se ve en un zoológico”, agrega el torero retirado.
Manolo Arruza lamenta que se prive del derecho de una libertad que tienen los aficionados a los toros con esta propuesta de derogar la tauromaquia en la ciudad. “Los aficionados –recalca-– no disfrutamos con ver matar a un animal, sino que comprendemos que ese animal está hecho para eso y que la fiesta brava es una pasión, un arte, que es cultural”. Asegura que es una gran mentira decir que a los toros se les encierra 24 horas sin luz antes de salir al ruedo, o que previo a la corrida son golpeados o inducidos a diarreas. “Obviamente se están basando en una total y absoluta falsedad, estamos rodeados de personas que son ignorantes”, dice.
Arruza insiste en que “el toreo es un arte que tiene un grado dramático definitivamente, pero también una gran pasión. Y existe también la discusión de si es o no un arte. Los que amamos la fiesta de los toros y los que ejercemos esta profesión estamos convencidos de que los toreros no lastimamos a un toro bravo por el placer de hacerlo. Lo hacemos porque estamos creando una obra de arte que, efectivamente, tiene una parte dramática que está entre la vida y la muerte”.
“En México, me pregunto qué va a pasar con las familias que viven gracias a la industria taurina, si de por sí hay gran desempleo en el país, van a crear más… ¡Ojo con lo que están haciendo! Hay una privación de libertad, se le quita al aficionado el derecho a asistir a un espectáculo que le agrada y conoce. Si aquí se va a copiar esta fórmula, están privando de una libertad. No va de acuerdo con las decisiones de un aficionado al que le gusta la fiesta, que no disfrutamos de ver matar a un animal, sino que comprendemos que ese animal esté hecho para eso”, dice el ex torero.
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