MADRID. Prime festejo de las fiestas de la Comunidad. Menos de un cuarto de entrada. Novillos de “El Montecillo”, de buena presentación y muy manejables
Imanol Sánchez (de celeste y oro), algunas palmas tras aviso y silencio tras aviso. Emilio Huertas (de rosa agua y oro), vuelta al ruedo y silencio tras aviso. Juan Millán ( de champan y oro), silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Con una muy escasa asistencia de público, la feria de las fiestas del 2 de mayo se abrió con una buena novillada de “El Montecillo”, que no terminó de ser aprovechada por la terna actuante. Probablemente haya sido la novillada más potable de las que hasta ahora se han lidiado en Las Ventas en lo que va de temporada, con algunas reses para haber triunfado con rotundidad, pero que se fue al desolladero con las orejas puestas.
El mejor parado resultó ser el manchego Emilio Huertas, que incluso le pudo cortar una oreja al segundo de la tarde. Desde luego petición suficiente hubo, que al final la Presidencia no quiso conceder. Quizás fuera porque la espada cayó desprendida y, sobre todo, porque la calidad del novillo se mantuvo siempre por encima de la faena. En cualquier caso, como ya se vio el pasado domingo, muy exigente de nivel está el palco; esperamos que mantenga cuando llegue otros toreros de más nombres.
No obstante, Huertas tuvo series de mérito, incluso con un punto de sentimiento, con el excelente segundo novillo de la tarde. Aunque centrado y buscando hacer las cosas bien, la faena debió ir a más. Era novillo para haberle formado un verdadero lio. También principió con buen tino la faena al 5º, aunque luego se fie diluyendo poco a poco.
Abría terna Imanol Sánchez con otros dos novillos para haber triunfado con claridad. Toreó muy empeñado, pero no consiguió redondear ninguna de sus dos actuaciones. Con el peor lote, especialmente por la sosería que sacaron ambos novillos, Juan Millán dijo podo durante toda la tarde.
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