Madrid: Un pliego con luces y sombra, pero no a partes iguales

por | 26 Nov 2011 | Punto de vista

Sería engañarse creer que el pliego para la adjudicación de la plaza de Las Ventas ha sido recibido con satisfacción y en plena sintonía con los profesionales y con los aficionados. Pero igualmente resultaría engañoso creer que su elaboración era cosa sencilla y sin escollos. Sin duda se trataba de una decisión delicada y hasta  sus propios autores sabían de partida que constituía un imposible pretender contentar a todos.

De entrada hay que reconocer que para hacer una evaluación del pliego resulta necesario contemplarlo en su globalidad, porque si hace partida por partida resulta incluso poco comprensible. Si se tiene en cuenta esta forma de valorarlo, y dando por hecho que quienes tienen que interpretarlo y puntuarlo van a actuar con el mismo criterio, la globalidad no ofrece un resultado tan negativo como algunos han dicho. De hecho, más que negativo habría que calificarlo más bien de confuso. Y sobre todo a expensas de reinterpretaciones, que no es el modo más objetivo de hacer puntuaciones.

Hay elementos preliminares que ha sido una pena que no se abordaran con un poco de más delicadeza y sensibilidad. El primero y más sencillo radica en haber oído oficialmente a las distintas organizaciones de aficionados y profesionales, incluidas las que de antemano iban a plantear asuntos problemáticos o críticas manifiestas. Fiarlo todo a la opinión de los que de forma permanente se colocan a lado del Poder, sea éste del color que sea, suele ser el principio del error. En los toros como en cualquier otra cuestión.

Sobre todo porque cuando se pretende involucrar a los aficionados en todo el devenir de la Fiesta –que es más amplio que la sola gestión de la plaza–, mal camino es marginar a sus organizaciones, que a la postre son los que los vertebran y tiene capacidad para participar y promover actividades.

si nos fijamos en las especificaciones del pliego, hay dos elementos bastante discutibles, sobre todo cuando se acuerdan al unísono: rebajar el canon en un millón de euros y subir el precio de las localidades un 5%, que es bastante más que el IPC, cuando a la vez la Comunidad ha tenido que reducir, con un criterio muy razonable de austeridad pública, el presupuesto que dedica al capítulo de los toros.

Se mire por don  se mire la confluencia de esos tres factores al unísono no puede ser beneficioso, salvo para la empresa adjudicataria, que no es más que una de las patas de este mesa común que es la Fiesta.

A efectos de las arcas pública, por ejemplo, esa realidad negativa no se ve compensada por el hecho de que, a partir de ahora, la responsabilidad económica de las corridas extraordinarias del 2 de mayo y la Beneficencia corra por cuenta de la empresa arrendataria.

Y bajo el punto de vista de los aficionados, llevar a cabo en el precio de las entradas una subida lineal –y ojo que esta especificación no es marginal— del 5% no es fácil de asumir. A modo de excusa, se puede repetir hasta la saciedad que la Plaza de Madrid es la más barata de España. Pues si hasta aquí y con esa condición Las Ventas sigue siendo una de las plazas más rentables de la geografía taurina, ¿resultaba urgente e indispensable realizar esta subida, y además aplicarla linealmente a todas las localidades, cuando las economías familiares sufren la crisis más importante que se recuerda?

Pero llegados a este punto resulta necesario destacar un aspecto del pliego, sin duda positivo, siempre a expensas de que las cifras luego cuadren en la realidad. De acuerdo con los criterios de puntuación se conceden 25 puntos a la propuesta de descuentos y abonos especiales. Aparentemente parece una contradicción que, una vez decidida la subida lineal del 5%, a continuación se concedan 25 puntos –tantos como a la oferta económica– a las posibles rebajas de precio que pueda realizar el empresario.

Otras especificaciones también eran manifiestamente mejorables. Y así, el hecho que a la oferta económica se le adjudique un total de 25 puntos en la baremación final constituye un exceso, salvo que en la mente de los firmantes del pliego esté que la adjudicación roce el límite de la subasta, arriesgadísima figura que siempre se debiera evitar. Rebajando previamente el canon inicial en un millón de euros, este criterio de puntuación no deja de ser una puerta abierta al jugador más arriesgado de la partida, que no siempre es el adecuado para llevar una institución como Las Ventas.

Una cláusula manifiestamente inoportuna se refiere a las condiciones que se prescriben para el aspirante. Un botón de muestra: resulta abiertamente un despropósito que se hayan redactado tales requerimientos que, por ejemplo, resulte inviable que una empresa con tanta solera como la de Sevilla pueda acceder al concurso. Si con esta clausula de las actividades desarrollada en los últimos Ejercicios se trataba de evitar la entrada de empresarios inexpertos, había otras muchas fórmulas de hacerlo más atinadamente.

De hecho, una vez que la Casa Chopera (versión Martínez Laviano) ha renunciado a competir en este concurso por razones familiares de no competir con su tío, que cumpla nítidamente todas las condiciones tan sólo queda la actual Taurodelta y, si hacen reinterpretaciones un tanto laxa de la normativa, la empresa que encabeza Simón Casas, y eso gracias a que estamos en la Unión Europea y hay que validar su actividad empresarial en cosos franceses. [Entre paréntesis sería verdaderamente ridículo que a los efectos de esta condición restrictiva se tratara de validar el hecho de que haya tenido un 5% en la anterior empresa de La Malagueta, en cuya gestión real no ha tenido arte ni parte].

Por más que tenga sus aspectos discutibles, Taurodelta está reconocida como una empresa suficientemente sólida como para competir en un concurso más abierto. Desde luego, la propiedad de la Plaza no le hace ningún favor con esta desafortunada redacción, que sólo sirve para  levantar sospechas de que se ha tratado de hacer un pliego a su medida.  Como tampoco les favorece que todos sus demás colegas les hayan dejado solos a la hora de mostrar su conformidad con el pliego. Es muy probable que no sea tal la pretensión de los autores del pliego, pero hay que reconocer que, al menos, no han estado afortunados en su redacción concreta.

En cambio, resulta muy plausible que en otros aspectos se haya dedicado una mayor atención a otros aspectos taurinos pero ajenos a lo que es la mera organización de espectáculos. Y así, por ejemplo, abrir la opción de las ayudas a todas las Escuelas Taurinas de la Comunidad es algo muy positivo. Otro tanto ocurre con las actividades relativas a la promoción y a la difusión de la Fiesta y sus valores culturales.

En otro tema,las mejoras en la Plaza, aunque en circunstancias normales resulta extemporáneo que sea el inquilino quien corra con los gastos de las mejoras en el inmueble que alquila, en unas circunstancias presupuestarias como las actuales puede ser un acierto, en la medida que pueda permitir que aquellas obras de mejora que  sean convenientes se promuevan pero con capital privado, formando parte de la gestión.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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