MADRID. Un cuarto de entrada. Tres toros de José Luis Pereda (3º, 5º y 6º) y tres de La Dehesilla, mejores los tres primeros y deslucidos los otros. Carlos Escolar “Frascuelo” (de celeste y oro), una oreja y ovación. Andrés Palacios (de grana y oro), una oreja y silencio con aviso. Raúl Velasco (de blanco y plata), que confirmaba la alternativa, ovación y vuelta al ruedo.
Madrid sigue poniendo en valor la torería del veterano Frascuelo. La verdad es que con su primero, estuvo torerísimo, con pases de gran plasticidad y recortes de cartel. Una estocada casi entera fue el prólogo para la concesión de una oreja, El cuarto, que embestía a arreones. Frascuelo sólo pudo dejar constancia de su concepto del toreo.
Volvía a Madrid el intermitente Andrés Palacios. Y mira por donde, esta tarde cuajó una faena muy interesante a su primero, con un toreo muy templado, con muletazos largos y por abajo, Pese al pinchazo, la oreja fue indiscutible. Repitió actuación con el quinto, un toro con más problemas que su primero; pero en esta ocasión la espada frenó un triunfo mayor. Pero, en definitiva, se ha visto a gusto al torero de Albacete. Qué pena que sea tan irregular.
Confirmaba alternativa Raúl Velasco, al que se le vio decidido en el de la ceremonia, con una faena interesante pero que sin embargo sólo al final caló en la gente. Merecida fue su vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja en el que cerraba plaza, ante el que se mostró valiente y entregado.
0 comentarios