MADRID. Menos de un cuarto de plaza. Novillos de Sánchez Herrero y Javier Molina (5º) de mal juego, salvo el 6º. Miguel Maestro (de grana y azabache), palmas y silencio. Daniel Martín (de blanco y oro), ovación tras aviso y silencio tras aviso. Javier Jiménez (de azul cobalto y oro), palmas y oreja tras aviso.
El sevillano Javier Jiménez ha tenido una notable actuación en la primera novillada agosteña, con una faena muy interesante ante el 6º, el único potable del encierro, ante el que dejó claro que anda ya preparado para mayores aventuras. Una oreja sólida e importante, que en otros tiempos le habría servido para ponerse ante la alternativa con fuerza. Fue un faena marcada por la firmeza, pero también por un inteligente planteamiento, que le permitió exprimir hasta el final al novillo.
Miguel Maestro tuvo en frente a dos novillos mansos y con complicaciones, ante los que dejó patente sus buenos deseos, ante un lucimiento que era imposible.
Daniel Martín, que completaba la terna, también tuvo que pechar con dos novillos problemáticos y, sobre todo, muy deslucidos. Tiene un buen oficio, pero poco más podía hacer.
0 comentarios