MADRID.- Un cuarto de entrada. Tarde ventosa. Tres novillos de Sánchez Fabrés y tres de Sanchéz Arjona, con complicaciones y exigentes. Pedro Carrera (de verde manzana y oro), silencio y silencio con aviso. Manuel Fernández (de grana y oro), silencio con aviso y silencio. Jesús Fernández (de grana y plata), vuelta y silencio con dos avisos.
La idea original del "productor de espectaulos taurinos", Simón Casas, de ofrecer un mano a mano de dos hierros de encastes, no ha funcionado en su versión madrileña, donde Taurodeltlta había eledido dos hierros distintos de este encarte.Las reses ofrecieron demasiadas dificultades y resultaban demasiado exigentes como para la terna pudiera dejar mayores calidades sobre el ruedo.
El mejor librado fue Jesús Fernández que volvió a dejar una buena impronta y ratifico las esperanzas que dejara en su presentación del mes de junio. De hecho, en el tercero de la tarde hay que anotarle los momentos más lucidos de toda la tarde, alcanzando a dar la vuelta ruedo. El vendaval desatado en el que cerraba plaza hizo imposible desarrollar nada que no fuera defensivo.
Las complicaciones de su lote tan sólo permitió que Pedro Carrero mostrara su empeño y disposición. Menos placeado que sus compañeros, Manuel Fernández dejó patente que no cuenta hoy von el oficio necesario para Madrid, por más que también el viento puntuara en su contra.
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