MADRID. El habitual cuarto de plaza. Seis novillos de María del Carmen Camacho. Daniel Morales (de azul pastel y oro), saludos tras aviso y silencio. Cayetano García (de azul celeste y oro), silencio tras aviso y silencio. Raúl Rivera (de blanco y oro), saludos y saludos.
En esta penúltima novillada de la temporada, Raúl Rivera ha ofrecido los momentos más brillantes de la tarde y si llega a manejar los aceros con mayor eficacia podría haber cortado algún trofeo. Muy decidido en los tres tercios, Rivera sacó a relucir un oficio bien aprendido y unas esperanzadoras notas de clase y de valor. Estuvo por encima de sus dos enemigos. Entre los nombres nuevos, habrá que anotarle para una próxima ocasión.
Apuntaba alto Daniel Morales con su primero, al que ha realizado un faena muy digna, aunque la falta de celo del novillo apagaba el eco en los habitualmente despoblados tendidos. Ante el cuarto no tuvo más opción que lidiarlo con aseo,
Al debutante valenciano Cayetano García se le ha visto muy empeñado en sacar partido a sus dos enemigos, pero luego las cosas tuvieron irregular resultado. Anotar un buen quite por gaoneras y algunos pasajes aislados con la muleta.
Se ha lidiado una bien presentada novillada de Carmen Camacho, que tuvo su punto de nobleza, de sacado a relucir un desclasamiento que restó interés. El mejor del lote.
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