Sobre la base de lugares comunes, que por más que se repitan no pasaran a ser verdad, y de vaguedades la Comisión de Cultura del Senado rechazó el pasado día 12 una moción del PP en la que se solicitaba al Gobierno a la adopción de determinadas medidas para el reconocimiento del valor estratégico, histórico y cultural de la Tauromaquia. En la votación final se apuntaron al “no” todos los partidos de la izquierda y del nacionalismo, votando a favor los señores del PP y de Vox.
La moción, en realidad, lo que venia a recordarle al Gobierno son las obligaciones institucionales que, por disposición de las leyes vigentes, le corresponde desarrollar en apoyo y desarrollo de la Tauromaquia, como hecho cultural e histórico indiscutibles de nuestro país.
Que el bando de los “noes” acudiera a los argumentos de siempre era más que esperable: llevan años sin moverse de ahí, aunque luego les sirve para obstruir no para prohibir nada. Lo que asombra es el inconsistente discurso del portavoz del PSOE, con una retahíla de recuerdos de los textos ya aprobados –por cierto, nunca con su voto a favor– como razón para oponerse.
En realidad lo que la moción venía a instar era a que el Gobierno cumpliera con su obligación de aplicar de una vez todas esas disposiciones aprobadas en su día. El socialista reconoce las obligaciones adquiridas, pero con que hubieran sido aprobadas ya le parece bastante, no se necesario que, además, se cumplan. Curioso modo de entender las leyes.
►►Por su valor documental, en los archivos adjuntos pueden consultarse el texto íntegro del debate y de la moción presentada por el PP.
0 comentarios