Los toros, en dos romances populares

por | 13 Jul 2012 | Literatura taurina

En cuanto a cantares y tonadillas, hay abundancia de manifestaciones, posiblemente porque en cada lugar ha habido alguien que ha cantado a la fiesta, el suceso o la manifestación del rincón donde habita. Una vez más, quiero referirme a dos romances salmantinos, cuyos relatos son dos hechos acaecidos en la provincia de Salamanca, y tuvieron como protagonista al toro bravo.

Uno de ellos acaeció en Peñaranda de Bracamonte, donde se produjo un desafío entre el torero local, Cachucha, y el aficionado de la misma localidad, el tuerto de Peñaranda: el reto consistía en saber cuál de los dos lidiaría mejor a un toro de más de seis años y el romance comienza:

Cachucha le dice al tuerto
al tuerto de Peñaranda
si no matas ese toro
es que no tienes alma.

Parece ser que el tuerto que no veía la cosa muy clara, optó por darle largas al desafío…

El tuerto dice a Cachucha
vamos a echar un cigarro
para después torear
a ese torito tan bravo.

Cachucha, más picado en su amor propio, quiere enfrentarse al toro cuanto antes…

Cachucha ha llamado al toro
nunca lo hubiera llamado.

Se produce la cogida y muerte de Cachucha, siguiendo el romance…

Las almendras que llevaba
Cachucha entre la faja
todas manchadas de sangre
derramada por la plaza.

Queremos aclarar que en las fiestas de todos los pueblos de Salamanca, existe una costumbre tan original, como es el comprar e invitar a las almendras, tanto a los asistentes a la fiesta, como a los que no han acudido, que se les llevan. Son simplemente unas almendras en una sartén, y que se llaman, almendras garrapiñadas, teniendo fama por encima de las demás, las que se fabrican en Alba de Tormes.

Tras la muerte de Cachucha, nuevos romances son entonados por gargantas populares, y uno de ellos viene a decir:

Cachucha ya no es Cachucha
Cachucha ya no es quien era
Cachucha ya no es el mejor mozo
que paseaba la ribera.

En el cancionero de don Dámaso Ledesma, está editado un romance de Ramón Reyes, titulado Los mozos de Monleón, que hace referencia a la costumbre de este pueblo serrano de celebrar encierros, dándose una anécdota un tanto especial, ya que la madre de un mozo lo maldice, y le desea la muerte, cuando éste se encamina hacia el lugar donde se encuentran encerrados los toros.

El romance dice así:

Los mozos de Monleón se fueron
a arar temprano
alsa y olé
se fueron a arar temprano
para ir a la corrida
y remudar con despacio
alsa y olé y
remudar con despacio.

Al hijo de la veñuda
el menudo no le han dado,
al toro tengo de ir,
aunque lo busque prestado.

Permita Dios si lo encuentras,
que te traigan en un carro,
las abarcas y el sombrero
de los siniestros colgando.

Se cogen los garrochones,
marcha las navas abajo,
preguntando por el toro

A eso de los nueve meses
salió su madre bramando,
los vaqueriles arriba,
los vaqueriles abajo,
preguntando por el toro;
y el toro ya está enterrado.

En el medio del camino,
al vaquero preguntaron,
qué tiempo tiene el toro
el toro ya está encerrado.

Muchachos no entréis a él,
mirar que el toro es muy malo,
que la leche que mamó,
se la di yo por mi mano.

Se presentan en la plaza
cuatro mozos muy gallardos,
Manuel Sánchez llamó al toro
nunca lo hubiera llamado,
por el pico de una albarca
toda la plaza arrastrando;
cuando el toro lo dejó,
ya lo ha dejado muy malo.

Compañeros, yo me muero
amigos, yo estoy muy malo,
tres pañuelos tengo dentro,
y este que meto, son cuatro.

Que llamen al confesor,
para que vaya a auxiliarme.
No se pudo confesar,
porque estaba ya espirando.

Al rico de Monleón
le piden los bues y el carro,
para llevar a Manuel Sánchez,
que el torito le ha matado.

A la puerta la veñuda
arrecularon el carro;
aquí tenéis vuestro hijo
como lo habéis mandado.

Al ver a su hijo así,
para atrás se ha desmayado.

A eso de los nueve meses
salió su madre bramando,
los vaqueriles arriba,
los vaqueriles abajo,
preguntando por el toro;
El toro ya está enterrado.

 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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