Los toros de Núñez del Cuvillo han protagoniza el quinto encierro de San Fermín, que tuvo una duración de dos minutos y 50 segundos, un cierto retraso con respecto a días anteriores que debido a que el último toro se mantuvo en el ruedo unos segundos, antes de entrar hacia los corrales. Los toros de la ganadería gaditana han protagonizado numerosas caídas tanto de los mozos como de los astados.
La manada ha salido reunida pero en seguida un toro negro se ha colocado en cabeza en el tramo derecho, sin llegar a embestir a ningún corredor. Por el tramo del Ayuntamiento, la manada se ha ido alargando y en la curva de Mercaderes se han producido dos momentos de peligro muy seguidos, cuando un toro se ha adelantado a sus hermanos y ha continuado en solitario el recorrido.
Ya en la calle Estafeta, la manada se ha estirado dando la oportunidad a bonitas carreras delante de los astados. Y tras pasar la curva de Telefónica y cerca del callejón de la Plaza de Toros, varios corredores se han caído en grupo provocando que algunos toros se tropezasen con ellos, pero sin mayor problema
Todo se han dirigido directamente hacia los corrales, excepto uno que ha tenido que ser ayudado por los los dobladores para dirigirle hasta los chiqueros.
Según han informado los servicios asistencias, se han producido cuatro atenciones medicas, todas ellas de carácter leve, que no han necesitado de hospitalización.
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