Los toros de Alcurrucen pusieron en valor a los toreros

por | 15 Mar 2012 | Temporada 2012

VALENCIA, 15 de marzo de 2012. Sexta de la feria de Fallas. Rozando el medio aforo. Toros de Alcurrucen, parejos,  bien presentados y encastados, pero exigentes para el torero; los mejores, primero, segundo y cuarto. Curro Díaz (agua de rosa y oro), silencio y una oreja. Matías Tejela (de grana y oro), una oreja y ovación. Alberto Aguilar (de blanco y plata), palmas y silencio tras aviso. Hoy la corrida duró 20 minutos menos de lo que viene siendo habitual; un ligero alivio.

Guapa corrida la que trajeron a Valencia los hermanos Lozano, en este caso con el hierro titular de Alcurrucen. Con hechuras y trapío, cuatro de ellos cinqueños y todos encastados. Luego unos fueron a mejor y otros no, pero fue aprovechable y sobre todo la antítesis de la monotonía. Lo que ocurre es que a toda la corrida se le pegó una barbaridad en varas. Sin ir más lejos, en el caballo se acabó –habría que decir lo acabaron— el primero, que tenía clase. Mucha bondad tuvieron segundo y cuarto, mientras que en tierra de nadie se quedó el quinto. El peor lote se lo llevó Aguilar, con muy pocas opciones toda la tarde.

Con lo que saben de toros estos criadores, son bien conscientes de que conforme le van subiendo la casta a la ganadería, en la misma proporción van desapareciendo las figuras en las ternas que lidian sus toros. Y es que en estos momentos hasta el mejor pide el carnet de identidad. Lo que ocurre es que frente a eso que algunos consideran el peligro del encastamiento, se olvidan de comprobar que tienen un punto de nobleza que permiten hacer el mejor toreo y, además, conecta de inmediato con el aficionado. Lo que no permiten es andarles por allí quitando moscas.

Con todos los respetos que merecen, la terna conjuntada hoy por Casas Production va a ser prototipo de los carteles que veremos con este hierro en la mayoría de las ocasiones. Algo similar le esta ocurriendo a Ricardo Gallardo con sus “fuenteymbros”, que de ser motivo de pelea entre las figuras, hoy aspira a que la lidien Fandiño y Mora. Buen y preciso termómetro del momento taurino.

Si no le hubieran dado los tres zambombazos que le largaron al primero, habríamos visto el momento que atraviesa Curro Díaz. A partir de salir del caballo, el animalito no tenía ya resuello para sacar a relucir toda su bondad y nobleza. Con el cuarto, ligeramente más cuidado en varas, el linarense pudo estirarse dentro de lo que es su estilo peculiar. Mejor cuando toreaba con naturalidad y largura, que cuando codilleaba, pero siempre en buena sintonía.

Con un comportamiento en el primer tercio muy propio de su procedencia, la nobleza del segundo en el ultimo tercio, haciendo el avión ante la muleta, era digna de una muleta con clase. A ratos eso ocurrió con Matías Tejela que, sin terminar de exprimir a su enemigo, construyó un trasteo muy digno y largo, mejor que los últimos que le habíamos visto. Con el quinto, un poquito menos colaboracionista, volvió Tejela a estar empeñado.

Mala suerte la de Alberto Aguilar. Todos sus esfuerzos, que fueron mucho, acabaron por estrellarse con el peor lote. Pese a ello, se puso allí, por los dos pitones, tratando de esquivar los arreones.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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