De acuerdo con los 13.858 votos obtenidos el domingo, el Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (PACMA) representa hoy al 0,26% de la sociedad catalana, si se realizan las estimaciones correspondiente de acuerdo con los resultados electorales en las los comicios autonómicos.
Si este mismo cálculo se realiza sobre el total de votantes que el domingo acudieron a las urnas en Cataluña, el PACMA representa al 0,45% de quienes participación en las elecciones.
Como se sabe, el PACMA fue el principal soporte de la propuesta que hizo suya el Parlamento de Cataluña para prohibir los espectáculos taurinos en aquella Comunidad Autónoma. Como se recordará en aquella ocasión, 68 diputados autonómicos votaron a favor de la proposición auspiciada por el PACMA, en tanto 55 lo hicieron en contra.
Pues bien, las urnas han certificado el pasado domingo que ese 55,28% de los parlamentarios que hicieron suya la petición de PACMA, en realidad tenían como soporte social de tal demanda a tan sólo un 0,26% de la población de la comunidad autónoma.
El dato resulta un tanto paradójico. Lo que se presentó como una demanda social ampliamente respaldada, a la hora de comprobar la realidad se observa cómo es una porción extremadamente minoritaria de la población a la que decían representar.
Y a mayor abundamiento, después de haber conseguido su objetivo de máximos con esa prohibición, los antitaurinos han obtenido en las urnas 128 votos menos que en los comicios de 2006, pese al incremento de participación que ahora se ha producido.
Es cierto que la iniciativa popular con el apoyo de 68 diputados, que la hicieron suya, por lo que a efectos legislativos salió adelante. Pero lo que ahora resulta bastante ridículo es releer los discursos con los que explicaron sus votos a favor de la prohibición, en base a la muy amplia demanda social que tenía tal prohibición. Ahora, sabiendo que la representatividad de sus promotores escasamente supera el 0,2%, pone en solfa a semejantes discursos.
Por otro lado, no deja de ser algo más que anecdótico que de los 33 diputados de los partidos que apoyaron en bloque la iniciativa de los antitaurinos (ERC y ICV), 13 hayan perdido el pasado domingo su escaño en la Cámara catalana.
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