Ya no es sólo por curiosidad, sino por higiene democrática: por la obligada transparencia de las Administraciones Públicas. No queda otra salida que preguntarse cuál será el contenido del contrato público que responde a la “Gestión del servicio público de explotación de la Plaza de Toros de Las Ventas”, suscrito por el Director-Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de Madrid y Simón Casas Production, SAS-Nautalia Viajes Sociedad Limitada, Unión Temporal de Empresa.
En este caso, con un aspecto más a considerar. Cuando se iba a convocar el concurso de adjudicación, la Presidenta Cifuentes destacó que tenía dos propósitos principales: incorporar una mayor competitividad en las ofertas, abriendo el abanico a nuevos oferentes, y dotar a todo el proceso de transparencia. En el primero de ellos, la realidad es que no se cumplió: tan solo hubo dos ofertas; el segundo, camino también de no cumplirse.
En un artículo publicado en diariocrítico.com[1], un trabajo periodístico extremadamente pormenorizado, Julia Rivera narra con todo detalle el larguísimo camino seguido, por ella, pero también por los partidos políticos del arco parlamentario, para que la Comunidad les haga entrega del documento. Ni aunque se solicite a través del portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid.
Que hay una manifiesta voluntad de que ese documento no se conozca quedó de manifiesto de forma rotunda el pasado 17 de junio en el programa Tendido Cero, de TVE. Como narra Julia Rivera en su artículo, cuando Federico Arnas le pregunto a Simón Casas si podían disponer de la oferta ganadora del concurso madrileño, el empresario respondió con toda claridad: “Si la Comunidad de Madrid me lo sugiere o me lo ordena, lo haré”.
Es decir: que ese documento no se mueve de donde está si no es por mandato de la Comunidad, es decir, de la Presidenta Cifuentes –tan entusiasta en sus declaraciones con la gestión de Simón Casas– o del Consejero Garrido, que es presidente del Centro que se responsabiliza de la Plaza.
Desde luego, ni aunque se toman los caminos oficiales se consigue. En el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid –que se define el “apartado puede consultar el conjunto de compromisos adquiridos con los madrileños, con su descripción, su estado de ejecución y la relación de acciones que ya se han llevado a cabo para su cumplimiento”– en el caso del contrato de Las Ventas la respuesta no viene a ser muy diferente a “se ha dado traslado al Director-Gerente….”. Julia Rivera acudió a esta vía, pero la respuesta por ahora no ha llegado. Y cuando se acude al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno de España, la respuesta ha sido el silencio administrativo.
El principio de transparencia
El Derecho Administrativo, a través de la Ley de Contratos del Sector Público, –a la que se ajusta su correspondiente en la Comunidad de Madrid– establece que una concesión como la de la gestión de la plaza de Las Ventas tiene naturaleza de contrato de derecho publico, que aunque suscrito con una empresa privada sólo la Administración –en este caso, la autonómica– tiene facultad para fijar los productos que va a ofrecer, los precios y las condiciones que establece con los clientes y consumidores; es decir, de establecer los grandes parámetros que definen el contenido del contrato.
A este tipo de contratos de servicios se refieren, entre otros, el artículo 10 de la Ley de contratos del sector público, “cuyo objeto son prestaciones de hacer consistentes en el desarrollo de una actividad o dirigidas a la obtención de un resultado distinto de una obra o un suministro”. En esta condición incluye la Ley –en el epígrafe 26 de su Anexo II– casos como el de Las Ventas, que corresponde con los Servicios de esparcimiento, culturales y deportivos.
Pero esa misma Ley, en su artículo 333 regula el sistema oficial central de información sobre la contratación pública en España y en sus comunidades autónomas, como instrumento para la difusión de dicha información de conformidad con el principio de transparencia.
Un sin sentido
La verdad es que no se entiende bien este obscurantismo en torno a un contrato público, que ni por la vía parlamentaria lo ha podido conseguir Ciudadanos –que apoya al Gobierno–, ni los partidos de la Oposición.
Ya son ganas de abrir un frente absurdo para la polémica. Sobre todo cuando ahora se vienen encima dos concursos importantísimo: el relativo al Proyecto de remodelación del inmueble y el posterior de adjudicación de las obras. Si en ambos casos se vuelve a repetir esta falta de transparencia, ya se entrada en un campo que muy superior a la duda.
Y para dudas, ya hay bastantes con el grotesco episodio del cierre y el no cierre de Las Ventas a mitad de temporada, que se vivió en el pasado mes julio, que aun no tiene una explicación convincente, salvo el peloteo de responsabilidades entre el Ayuntamiento y la Comunidad. Nada digamos sobre qué ocurrió en etapas anteriores, cuando se recaudaron fondos, pero las obras en el inmueble tampoco se llevaron a cabo.
[1] Julia Rivera. “La Comunidad de Madrid esconde el pliego ganador de Las Ventas”. Diariocritico.com, 2 de noviembre de 2017.
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