De contar con el G-5 a organizarlo todo sin el G-5, va mucho trecho. Es lo que ocurre con los carteles, aún no oficiales, que ya se preanuncian para la próxima feria de abril. Y como muestra un botón: la siempre deseada por todos corrida de Garcigrande la mataron en el 2013 Morante, El Juli y Manzanares; en 2014 lo harán El Cid, Daniel Luque y Arturo Saldívar.
Parece claro que la Casa Pagés ha reajustado los carteles lo que tenía disponible, una vez que el club de los 5 le dijo adiós. De hecho, los carteles para la edición de 20414 están repletos de nombres nuevos, que en otras circunstancias habrían tenido con complicado encaje en las combinaciones.
De hecho, que el abono se base en las cuatro tardes contratadas con Manuel Escribano y con El Cid y las tres que se adjudican a Joselito Adame, Daniel Luque y Antonio Nazaré, ya es muy significativo.
Pero en esto de los toros no conviene adelantar las conclusiones, porque en muchas ocasiones la realidad sí que supera a las previsiones. Por la perta de la sustituciones entró el pasado año en la feria Manuel Escribano y acabó saliendo triunfador del abono.
Es cierto que, al menos, Canorea y Valencia han tenido buen cuidado de dar entrada a toreros nuevos que, por una causa otra —más allá del localismo—habían destacado en otras plazas. Es el caso de Paco Ureña o de Juan del Álamo. Y eso, aunque supone unas limitaciones a la hora de redondear los carteles, al menos confirman que han ido a buscar soluciones acudiendo a las novedades realmente emergentes.
Desde luego, lo que en esta ocasión no les va a ocurrir es que el Domingo de Resurrección vuelvan a perder 90.000 euros, como aseguraba la empresa que ocurrió el año anterior después de haber puesto el “No hay billetes”.
Ahora queda por ver cuál será la reacción de los abonados, los locales y los foráneos –que en Sevilla no son pocos–, a la hora de las renovaciones. En las temporadas de la crisis, Sevilla ya ha perdido por encima de los 3.000 abonados, según los números de la empresa. De hecho, ya en 2013 hubo muchas tardes en las que se veía mucho cemento –que Sevilla son ladrillos– libre.
Los que auscultan la opinión pública taurina sevillana hacen la previsión que para este año de nuevo habrá renuncian al abono. La singularidad de lo taurino es que se puede dar la paradoja de que a menos público asistente, mayor beneficio. Es la consecuencia natural del alto coste que siempre tiene la contratación del elenco de toreros.
En cualquier caso, una cosa es cierta: la de 2014 va a resultar una feria totalmente atípica; eso sí, con Enrique Ponce como estrella invitada. Basta ver la siguiente comparación.
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