Rompiendo lo que ha sido su trayectoria histórica, los toros de Jandilla han protagonizado un quinto encierro limpio pero emocionante, cuya duración se prolongó hasta los 2 minutos y 53 segundos a causa de la tardanza en entrar en los corrales de un toro que había quedado rezagado de la manada.
Aunque se han producido al menos seis contusionados, aún pendientes de evaluación clínica, los “jandilla” no han dejado ningún herido por asta de toros.
La manda salió muy compacta y rápida con cuatro de los toros en cabeza y por delante de los mansos. Así subió la cuesta de Santo Domingo y llegó a la plaza del Ayuntamiento. Luego en la curva de la calle Estafeta, dos de los toros quedaron rezagados, uno de los cuales se incorporó poco después a la manada, dejando en solitario al último de ellos, que ya cumplió así el resto de la carrera hasta llegar a la plaza.
Precisamente este sexto toro retrasó la conclusión del encierro en más de medio minuto, que en otro caso había sido uno de los más rápidos de 2014.
Tras cuarto años de ausencia, con el encierro de este 11 de julio volvían a las calles de Pamplona los toros de Jandilla, una ganadería que a lo largo de los años se ha caracterizado por el peligro y las lesiones. De hecho, es una de las tres ganaderías que más cornadas ha generado en su carrera a lo largo de la historia.
En concreto, en un total de los 14 encierros que había protagonizado con anterioridad dejaron un total de 27 cornadas y siempre creando situaciones de riesgos.
Como se sabe, los toros que hoy han protagonizado el encierro serán lidiados por la tarde por una terna compuesta por Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño.
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