Como se recordará, Manzanares se lesionó la mano derecha el pasado 9 de junio en Plasencia, tras sufrir un pisotón del quinto toro, tras haberle derribado. Pero ya desde un festejo en Aranjuez venía arrastrando una lesión del ligamento interno del dedo pulgar y que se reprodujo en la corrida de Granada tras pinchar el segundo de su lote. El parte médico rezaba lo siguiente: "Rotura parcial del ligamento metacarpofalángico del pulgar derecho que queda pendiente del estudio de imagen para diagnóstico diferencial y ver el alcance real de la lesión".
Los representantes del torero no quieren ser alarmistas y han desmentido que por el momento se haya tomado ninguna decisión. Están a la espera de la revisión médica que el torero pasará este martes y a tenor de sus resultados se tomará la decisión que proceda.
Una vez se evalúe el estado de la muñeca, se decidirá qué hacer: si pasar por el quirófano –solución inevitable en caso de que estuviera roto y que prolongaría la recuperación varios meses–, esperar un mes, quince días, toda la temporada o no parar y torear con normalidad en el próximo compromiso.
Por este motivo, se quiere ser cautos y no tomar ninguna decisión a la ligera, puesto que no apremia el tiempo, dado que ausente de Pamplona su si siguiente compromiso no es hasta 18 de julio en Mont de Marsan.
Con lo cual, con tres meses plagados de ferias, todo el taurinismo esta ahora pendiente de ese diagnóstico médico que le saque de dudas.
De confirmar el peor de los pronósticos, sería la segunda vez que el torero alicantino tiene que suspender sus actuaciones, como ya ocurrió hace dos años por el percance sufrido en la plaza de Utrera (Sevilla) y que tuvo una dura y complicada recuperación.
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