El escrito presentado dice así:
“En la reciente feria de San Miguel celebrada en la plaza de toros de Sevilla, se celebró una corrida el pasado 26 de septiembre con ganado anunciado del hierro de Zalduendo.
Tras los preceptivos reconocimientos se anuncia a los espectadores el orden de lidia en el cual figuran cuatro toros del hierro anunciado y dos de Hermanos Sampedro.
En los medios de información taurinos especializados se han publicado algunas noticias que ponen de manifiesto la poca seriedad de la empresa y ganadero y la falta de respeto al público, cuando un festejo que los abonados han pagado con muchos meses de adelanto no puede darse con un ganado digno de plaza de primera, teniendo el presidente la necesidad de rechazar en los reconocimientos previos cinco toros de Zalduendo, dos de ellos por falta de peso, devolver a toriles tres toros igualmente de Zalduendo por ser manifiestamente inútiles para su lidia y presentar todos los toros un trapío indecoroso para una plaza de primera categoría.
La última noticia aparecida en los medios de información con copia de las documentos que la avalan y que obran en poder de esta Union de Abonados se trata de que el toro de Zalduendo herrado con el número 91 fue rechazado en la plaza de Bilbao el 27 de agosto pasado en segundo reconocimiento por tener un asta DESPITORRADA, termino que en el diccionario de la lengua española contempla como “DICESE DEL TORO DE LIDIA QUE TIENE ROTO UNO O LOS DOS CUERNOS”.
En función de lo anterior UTAA-SEVILLA solicita a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla al amparo del art. 70.13 del vigente reglamento andaluz, los informes veterinarios individualizados referidos a los reconocimientos de las reses lidiadas en el festejo del pasado 26 de septiembre de 2010
Igualmente solicita se formalice de inmediato un expediente informativo para conocer todos los pormenores que permitieron la lidia del toro de Zalduendo herrado con el nº. 91, cuando unos días antes fue rechazado en la plaza de Bilbao por tener el cuerno derecho roto, al objeto de depurar la responsabilidad que al efecto proceda”.
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