Se trata de una conjunción muy lograda de la poesía y el dibujo. Y todo ello referido a este mundo nuestro tan singular del toreo. Una bella obra, que se lee con un gran interés, porque el autor acierta en la selección de textos; pero también que se disfruta en los escuetos, casi taquigráficos, trazos con los que el autor define sus ilustraciones.
Su autor es José Miguel Torres Medina, un aficionado ilustre, formado entre la mítica tertulia madrileña en la que militaban Vicente Zabala, los hermanos Bienvenida y Florencio Aguilera, entre otros, y la sevillana de sus años mozos en el tendido 11 de la Maestranza y en la bodega “La Atarazana”, en San Juan de Aznalfarache, a la que por razones de edad iba sólo de oyente, aplicado oyente desde luego.
Hasta aquellos años primerizos se remontan sus apuntes taurinos, que siendo un autodidacta supo desde los inicios plasmar con una enorme originalidad. Más tarde descubrió la pluma de escribir, de la que con el discurrir del tiempo nacieron inicialmente cuatro libros taurinos: dos obras poéticas, un anecdotario y una novela. Mientras, en la recámara, aguarda aún una sexta obra, ahora en 2014 vio la luz su quinto trabajo: “La taquigrafía del dibujo taurino”, prologado por Zabala de la Serna y en el que ensambla la poesía escrita y la dibujada; Reconocido doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Aparato Digestivo, Torres Medina es, en el fondo, ante todo un humanista, de los que tan notorios ejemplos se encuentran entre los de su profesión. Pero un humanista profundamente amante del arte del toreo, que con razón en uno de sus poemas se confiesa:
¿Dices que soy soñador?
Pero no un diestro cualquiera, porque en su libro “Paisajes y nombres propios” ya decanta con toda sinceridad sus preferencias:
Entre torero con arte
Con estos parámetros por delante, en la que por ahora es su última obra el Dr. Torres Medina nos presenta una selección poética, a caballo entra la producción propia y lo más clásico de la poesía taurina: desde Alberti a Villalón, pasando por Bergamín, Gerardo Diego… hasta Calderón de la Barca. Todo un muestrario, perfectamente hilvanado, de lo que el verso ha aportado en su canto a la Tauromaquia, siguiendo la estructura de las propias suerte del toreo
Junto al acierto en la selección de la obra ajena, en su aportación poética, que modestamente entremezcla sin mayor advertencia entre otros textos, se descubre un conocimiento certero de lo que es y representa el toreo, junto a una especialial sensibilidad para manejar el lenguaje y la propia métrica.
A cada uno de los apartados del libro Torres Medina le incorpora una introducción de deliciosa lectura, en la que consigue un equilibrio siempre problemático: la utilización al unísono de un lenguaje formal junto a ese otro más popular basado en la fonética andaluza. Se trata de una fórmula arriesgada, salvo que el autor, como es el caso, domine lo uno y lo otro.
Con todo la originalidad mayor de esta obra, primorosamente editada, radica en los apuntes, que como sugiere su propio título viene a ser por la sencillez y limpieza de su trazo una verdadera taquigrafía aplicada al apunte taurino.
Dibujos de trazo simplísimo pero muy expresivo, trazado en ocasiones como si de una sola y sinuosa línea se tratara, para dejar plasmada un escena del toreo, cuyo protagonista en no pocas ocasiones se vislumbre con nitidez. No se puede expresar con menos trazos.
Probablemente el secreto de este acierto radica, como cualquier aficionado puede advertir, en el conocimiento de los movimientos, los volúmenes y los espacios que se dan en cada una de las suertes del toreo. Sólo desde esa óptica puede plasmarse con sólo la insinuación de un trazo la pl
Con los 155 apuntes taquigráficos –que el autor data en su fecha–, del libro bien puede decirse que se trata de toda una verdadera Tauromaquia, un tratado gráfico, elaborada a lo largo de toda una vida de aficionado, comenzando por su primera juventud. Pero se observa, además, como con el paso del tiempo, el autor va estilizando sus trazos, para que cada vez con menos trazos resulten a la vez más expresivos.
0 comentarios