Este 29 de junio se cumplen 125 años de la inauguración de la plaza de toros de la localidad murciana de Lorca. Cerrada como consecuencia de los graves daños que los terremotos causaron en toda la ciudad, ahora se está pendiente de su rehabilitación, ya sea por la propiedad, ya pasando a ser de titularidad pública municipal.
Los aficionados conocen ya como en los trastos de torear y en sus actividades de comunicacióm el lorquino Paco Ureña, junto a su nombre, ha incorporado hashtags que dice: #SutullenaYa que en ocasiones va acompañado por éste otro: #SomosLorca. No son más que el reflejo de una reivindicación creciente entre los aficionados.
Y es que la plaza lorquina tiene detrás una amplia historia taurina, pero también social y cultural. Construida a partir de enero de 1892, a iniciativa de personalidades de Lorca, la obra fue encargada al arquitecto Justo Millán, que ya contaba en su haber otros proyectos taurinos, como cosos taurinos de Murcia (1887), Cieza (1889), París (1889) y Abarán (1891). Con capacidad para 17.500 espectadores, fue solemnemente inaugurada el 29 de junio de 1892, con una corrida de toros en la que se acartelaban Rafael Molina “Lagartijo” y Antonio Reverte, para lidiar reses del Duque de Veragua; al día siguiente “Lagartijo” y “Guerrita” se las verían con otros seis toros de Miura.
Pero luego también vinieron días de preocupación, como el intento de derribo de la plaza, parado por la presión de popular en 1911. Pero superados esos escollos por el ruedo lorquino pasaron todas las figuras, desde Mazzantini, Gallito o Gaona hasta todas las figuras de décadas posteriores: desde Manolete a Morante o El Juli.
Incorporada a patrimonio cultural de la región de Murcia. Ahora Lorca espera la recuperación de la plaza. A muchos aficionados, alentados por el Círculo Taurino y por la Plataforma #SutullenaYa, les gustaría que pasara a ser de titularidad municipal, una operación pendiente de las conversaciones que viene teniendo el Ayuntamiento con la empresa propietaria. El entendimiento entre ambas partes posibilitaría una rehabilitación integral, necesariamente respetuosa con la naturaleza del inmueble, su adaptación a los usos y posibilidades del siglo XXI y la explotación de todas sus posibilidades.
►A estudiar toda esta rica historia dedican un interesante ensayo dos investigadores de la Universidad de Murcia: Mª Verónica de Haro de San Mateo y Diego Reinaldos Miñarro, que el lector podrá consultar en el adjunto archivo de formato PDF.
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