Según informa Julián Sáez en el diario valenciano “Las Provincias”, la reaparición del tristemente famoso toro “Ratón”, llenço la plaza de toros de Sueca a reventar e incluso aficionados de toda España viajan cientos de kilómetros para ver al toro
Pasaban unos minutos de las dos de la madrugada y ni un alma se movía de las abarrotadas gradas cuando “Ratón”, hizo su aparición en la plaza en medio de la expectación de los aficionados
Fueron 23 minutos los que estuvo Ratón en la arena de la plaza de toros portátil, muy cerca de su residencia habitual. Eso sí, al salir, fueron mayoritariamente los recortadores profesionales los que se atrevieron a citarlo y a pasar cerca de sus astas. Algún aficionado también se atrevió y provocó, con algún traspié, el susto en las gradas, aunque sin mayores consecuencias.
El espectáculo taurino había comenzado dos horas antes, con la presencia de seis vaquillas, entre ellas una vaquilla hija del propio “Ratón”. Afortunadamente, todo se desarrolló con normalidad.
La plaza presentó un lleno absoluto con más de 2.700 localidades, cobradas a 12 euros cada una, incluyendo a los medios de comunicación, entre quienes había un buen número de televisiones nacionales y alguna internacional.
La organización también fue modélica y evitó incidentes. Precisamente una de las preocupaciones que señaló el propio alcalde de la ciudad, Salvador Campillo, era evitar incidentes con quienes no consiguieran acceder al recinto. La intención de los organizadores también fue evitar que cualquier persona que no estuviera en condiciones, por encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas, y los menores, pudieran saltar a la arena. Los voluntarios de la peña ´Xé quin bou´ colaboraron para evitar incidentes más allá de algún pequeño revolcón que pudiera producirse.
Tras el espectáculo de anoche, los aficionados que se hayan quedado con ganas de ver a ´Ratón´ deberán acudir a Canals el día 24. Pero la exhibición será más tranquila y segura. Y es que tras la muerte del aficionado en Xàtiva, el alcalde de Canals, Ramón Cardona, decidió que el toro tan sólo se exhibiría, pero de algún modo que no pusiera en riesgo a ningún vecino ni visitante.
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