La opinión de la prensa mexicana sobre el triunfo de Morante en la Monumental de Insurgentes

por | 20 Nov 2012 | Temporada 2012

►La opinión de “El Universal”

“Morante de la Puebla” brilla y corta dos orejas

Un poema de lidia. En donde la inspiración se palpa a cada muletazo y el trasteo se mueve al compás de la imaginación taurina. Eso fue lo que presentó el matador Morante de la Puebla.

A Chatote, un noble ejemplar de la dehesa de San Isidro, el diestro sevillano supo entender sus tiempos. Lo metió en cintura, primero por izquierda y, después, también sacando provecho de su lado derecho. En ese pitón delineó los mejores naturales.

Su interpretación de la Fiesta Brava llevó a Morante de la Puebla a recibir sonoros aplausos de las personas que se dieron cita en la Plaza de Toros México. Fieles que asistieron a la corrida conmemorativa por las festividades de la Revolución Mexicana.

Una vez que el matador español dio muerte al toro, la recompensa vino con dos unánimes orejas y una acalorada vuelta al ruedo. Los mejores halagos por, quizá, lo que ha sido la mejor lidia en lo que va de la Temporada Grande del Coso de Insurgentes.

►La opinión de “La Prensa”

La pasión se desbordó con Morante

HORACIO SOTO CASTRO

LA pasión se desbordó con José Antonio Morante "Morante de la Puebla" y los "istas" del sevillano que cubrió los tendidos cayeron en el paroxismo con los naturales de arte puro que cuajó y le otorgaron las dos orejas, aunque a la hora de iniciar el recorrido, los apéndices se los entregó a sus subalternos y devolvió prendas de vestir como si fuera tintorería y entre gritos de ¡torero..!, ¡torero..! agradeció las muestras triunfales que le desgranaron en el centro del ruedo para después retirarse al callejón.

Al final, "Morante de la Puebla" fue paseado a hombros y así lo sacaron de la plaza , aunque no faltaron los protestantes del lado contrario, pero lo realizado por José Antonio perdurarán en la mente de los que asistieron a esta quinta corrida de la temporada en que se registró algo así como media entrada.

Al toro que desorejó el visitante fue el 180, Chatote, con 496 kilos de la ganadería de San Isidro, justo de presencia , indefinido y que manseó; no fue fácil. Fue a mitad de la faena cuando a Morante le brotó la inspiración y los naturales se cubrieron de la exquisita esencia de arte puro que desparramó por toda la plaza.

Toreó a Chatote por ambos lados y por los dos, principalmente por el izquierdo los muletazos fueron largos, templados con sólo girar para eslabonar el siguiente muletazo y rematar con el de pecho. Los ayudados aunque no tan brillantes como los otros, llevaron impregnados el temple y remató con el de pecho. Morante intercaló el de trinchera, el del desdén.

La faena no fue lo fácil que se pudiera pensar, ya que al principio el toro no era claro. Fue gracias a que el torero lo consintió, lo fue sobando hasta meterlo al engaño para darse a torear con ese arte que atesora y sin regatear lo esparció por todo el ruedo. Dejo media estocada tendida y traserilla, pero de efecto mortales y el juez no lo pensó mucho para sacar los dos pañuelos blancos y que estallaran las ovaciones en honor del de la Puebla del Río. Pitos al toro en el arrastre

En ese toro se vio una escena muy torera que difícilmente se realizó, ya que el picador David Vázquez para encelar al toro le lanzó el castoreño y así lo pudo picar.

En su primero ,de Jorge María, no se prestó al lucimiento para el toreo de Morante y este abrevió dejando habilidosamente tres cuartos de acero. Pitos al toro.

Se registró una entrada como de 20 mil espectadores en tarde, soleada, pero con ráfagas de viento.

►La opinión de “La Jornada”

Acompasado trasteo de Morante de la Puebla a un manso voluntarioso de San Isidro

Leonardo Páez

Una cadenciosa faena por ambos lados acompañando la cansina embestida del débil y claro Chatote, de San Isidro, hondo pero discreto de cuerna, dizque con 586 kilos sobre los lomos, fue la que realizó con el segundo de su lote y quinto de la tarde el diestro sevillano José Antonio Morante de la Puebla, en otra tarde caracterizada por el descastamiento de las reses, que con un puyazo simbólico mostraron una bravura virtual, en una fiesta que con este concepto en poco tiempo será breve.

Descompuesto el toro en los lances iniciales, su matador no se acomodó con el capote y tras de salir suelto del puyazo en dos ocasiones el de San Isidro, como si se tratara de un demonio con cuernos, convirtió el ruedo en un herradero. Cuestión de oficio o falta de éste por parte de las cuadrillas.

Silencio pedían los entendidos cuando el diestro sevillano, pasado de peso, patilludo y con coleta natural pero apoderado ahora por Espectáculos Taurinos de México, de Alberto Bailleres –como quien dice, ETMSA candil de la calle y oscuridad de su casa–, tomó la muleta y tras suaves pases de tanteo comenzó su despliegue de naturales cadenciosos y ensimismados, no encimados como Castella y otros importados, no sólo con la lentitud que permitía la dócil embestida sino con el ritmo interior que imprimía Morante a su trasteo. Era tan mansurrón el pasador de San Isidro que en un momento de la exquisita faena José Antonio, para provocar la embestida, hubo de recurrir a picotear con el ayudado el morrillo del burel, lo que de inmediato le fue censurado desde el tendido.

Sobrado de oficio, intuición y sentimiento, Morante se cambió entonces la muleta a la diestra para ligar ahora muletazos de ensueño en los que la plasticidad del torero hizo olvidar el escaso fondo del toro, seducido por aquel cadencioso trapo hasta que se rajó. José Antonio dejó media estocada que fue suficiente y antes de que el público fuera tomado en cuenta, el flamante juez Jesús Morales soltó las dos orejas cuando una era más que suficiente, dada la pobre emotividad del toro y la modestia del volapié. Como escuchara algunos pitos, Morante entregó las orejas a su banderillero y recorrió el anillo entre aclamaciones. Lo dicho: sentimiento mata todo, y más en estos tiempos globalizonzos de personalidades clonadas, en los toros y en lo demás.

►La opinión de “La Razón”

El arte de Morante de la Puebla le da dos orejas

El diestro sevillano José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, llenó el coso de Insurgentes con su arte y casta torera al cortarle dos orejas a un toro de San Isidro llamado Chatote.

Parecía que el burel no tenía un pase, pero el maestro Morante lo inventó de la nada. Con el capote, el de luces le enseñó a bajar la cabeza. En el caballo lo castigó lo necesario para atemperar la embestida, aunque el toro se rajó en la primera vara. En las banderillas lo cuidó para que le dieran los menos capotazos posibles. Fue en el tercio de muerte, con la muleta en la mano del lado del corazón, que el coleta derrochó arte en el redondel. Toreo al natural, simple, templado, sentido, puro, verdadero. El astado fue dominado por su lidiador que lo hizo embestir una y otra vez. El respetable se volcó en oles y gritos de “torero”, “maestro”.  Mató de media estocada en lo alto. Con fuerte petición de oreja, el juez concedió dos apéndices al de luces.

Su primer rival era de la dehesa de Jorge María. Morante logró dibujar dos verónicas. Después de la segunda vara, el diestro capitalino José Mauricio hizo valer su derecho al quite con dos gaoneras y una revolera. Ante un toro sin bravura, ni casta, ni nobleza, el maestro Morante decidió apresurar y dejó una estocada tendida y caída. Fuertes pitos para el toro.

►La opinión de “Crónica”

Corta español Morante de la Puebla dos orejas en quinta de La México

El español Morante de la Puebla y el mexicano Uriel Moreno “EL Zapata” fueron los triunfadores de la quinta corrida de la temporada Grande de la Plaza México, al cortar dos y una orejas, respectivamente.

En este festejo se lidiaron tres ejemplares de la ganadería aguascalentense de San Isidro y tres de la dehesa guanajuatense de Jorge María, astados que dieron en la báscula un promedio de 498 kilogramos de peso, destacando dos de la vacada de San Isidro, los lidiados en cuarto y quinto lugares.

El hispano Morante de la Puebla dejó constancia de por qué se le considera entre los mejores diestros del ámbito taurino, ya que le hizo una soberbia faena a su segundo astado de este festejo, “Chatote”, burel de la ganadería aguascalentense de San Isidro, que registró 586 kilos en la báscula.

En un principio parecía que poco se le podría sacar a este toro, pues se quedaba corto, pero a fuerza de insistir, el matador sevillano siguió buscando meterlo a su muleta y cuando por fin lo consiguió, empezó a ligar tandas largas y sentidas.

Ya con el astado metido en el engaño, Morante de la Puebla le sacó pases por la derecha y cuajó hermosos “naturales”, ya que era precisamente por el lado izquierdo que el burel iba mejor y remataba con hermosos derechazos.

Dejó tres cuartos de acero y el toro cayó rápidamente, por lo que le concedieron dos orejas, además, que dio vuelta al ruedo.

En su primer astado, “Villa”, éste procedente de la dehesa guanajuatense de Jorge María y que registró 510 kilos en la romana, el diestro andaluz se topó con un toro complicado, que no tenía mucho recorrido, por lo que abrevió y mató de estocada trasera.

►La opinión de “Ovaciones”

Triunfa Morante por naturales

La quinta corrida de la Temporada Grande 2012-2013 en la Monumental Plaza México, la que registró una muy buena entrada, se vio marcada por la brillantísima faena al natural que realizó el diestro sevillano José Antonio “Morante de la Puebla” y que le mereció el corte de dos orejas, además de la consagratoria salida en hombros por la Puerta de El Encierro, en una tarde, la mejor en lo que va del serial, en la que también “tocó pelo” el espada tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata”.

De esta manera, bajo un clima agradable, aunque con algo de viento molesto, sobre todo en la segunda parte de la corrida, se lidiaron seis toros de las dehesas de Jorge María, primero, segundo y tercero, siendo respectivamente, bueno, complicado y bueno. Y de San Isidro, cuarto, quinto y sexto, regulares, siendo mejor el tercero de ellos.

El espada andaluz José Antonio “Morante de la Puebla” en su primero no se acomodó.

En su segundo, de nombre “Chatote”, de San Isidro, no se acomodó con el capote. Su desarrollo con la franela lo empezó doblándose para luego no confiarse mucho por el pitón derecho, pero cuando se pasó el engaño a la mano izquierda “deletreó” tácita y expresamente el toreo reposado, templado y cadencioso, tomando la decisión de continuar por ahí, por ese perfil siniestro a base de acariciar la arena del gran coso y envolver con su arte al sanisidreño. Y así, una vez desengañado el toro, se dio a torear, ahora sí, con la diestra con enorme clase y calidad inigualable, aromatizando con aires de la sevillana Puebla del Río toda la plaza a través de su esencia torera. Persistió por naturales desmayando la mano en cada lance escarlata para entrar a matar y hacerlo de media estocada entre gritos de ¡torero!, siéndole concedidas las orejas, dando la consabida, aclamada y triunfal vuelta al ruedo para al finalizar la función ser izado en hombros y así salir por la Puerta de El Encierro.

►La opinión de “La afición”

Un Morante sobrenatural que salió en hombros

Octavio X. Lagunes

FICHA. 5a de Temporada. Menos de media entrada. Sol y viento. 3 toros de Jorge María criados por Herrerías y Alemán y los tres restantes del de San Isidro. El Zapata silencio y oreja; Morante división y dos orejas. José Mauricio silencio en ambos. El ganado: 1º noble 2° manso 3º embistió pero se acabó pronto 4° no entendido 5º manso y 6º complicado con más cara.

El sevillano de Puebla del Río, José Antonio Camacho, Morante de la Puebla con su primero, ante un toro complicado, no llegó a sentirse a gusto y hasta tuvo que tragarse que José Mauricio le hiciera un valiente quite. Con la muleta no encontró acomodo y se retiró entre división. Con su segundo, simplemente bordó el toreo ante Chatote de San Isidro. Un toro mansito con un lado izquierdo donde Morante se engolosino por naturales y los asistentes llegamos a inhalar ese aroma del romero sevillano que ofrecen las gitanas fuera de la Real Maestranza. Vaya faena llena de arte. Mató de media y el despistado Juez le dio dos orejas que no pudo pasear, debido a que, por haberle regalado una al Zapata, la gente desestimó el premio.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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